LA REBELIÓN DE LA ARROGANTE OLIGARQUÍA VS “LA TIRANÍA DE LAS MAYORÍAS REPUBLICANAS”
La reaccionaria oligarquía mexicana se rebela.
Acude a los juzgados a litigar sus adeudos fiscales y se ampara en los tribunales; negándose a pagar los impuestos; y se refugia en La Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Si bien no todos los oligarcas y empresarios mexicanos proceden de esta manera tan frontal y antipatriótica:
Salvo contadas excepciones, muy pocas por cierto, la mayoría de éstos magnates potentados; sí brindan su apoyo y se solidarizan con ésta rebeldía, que se manifiesta en forma de evasión fiscal; que es oposición franca y descarada en contra de un gobierno legítimo y progresista al que motejan de “gobiernicolas” y desde su posición de evasores de impuestos, se atreven a retarlo públicamente; buscando tener un careo con el líder del Movimiento de la Cuarta Transformación y Presidente de la Cuarta República: Andrés Manuel López Obrador, de quien cabe aclarar; que a pesar de tener el poder y contar con un amplio margen de popularidad y aceptación:
Si bien se ha decantado por no aumentar los impuestos, establecidos por las leyes hacendarias desde mucho tiempo antes de su llegada al poder: sí ha optado por demandar día con día; una recaudación más eficaz, más oportuna y sin privilegios; para poder consolidar un nuevo régimen de bienestar social y sanear las finanzas públicas.
A la oligarquía la acompañan en su rebelión, los suyos:
La alta esfera social; toda la burguesía, parte de la corrupta burocracia y una rancia aristocracia confesional y santiguada; pretenciosa y nostálgica.
Que sueña con volver al pasado régimen neoliberal de corrupción y privilegios.
La oligarquía en su retadora rebelión golpista, también tiene como soporte social, además de los suyos:
A una buena parte de la población de clase media, que se comporta como servidumbre; aspiracionista y cada vez más abyecta y dependiente de los patrones.
La rebelión de la oligarquía también incluye y se hace acompañar de su viejo e incondicional aliado:
El clero intelectual de la Iglesia Católica.
Con una feligresía numerosa y fiel, más que a la iglesia:
A la virgen de Guadalupe y a Jesús el Cristo; que en pleno siglo XXI aun raya en el oscurantismo; y que vive avergonzada ante la presencia de Dios; por no haber sabido vivir la fe, por confundir la generosidad con la avaricia y la piedad con dar limosna a la caridad pública, y por conjurarse con intereses perversos:
Compuesta por una Curia pedófila y militante, que no se conforma con gobernar la vida espiritual de los mexicanos; y que en sus misas y sermones, obstinadamente se empeña en hacer política de pulpito para gobernar también la vida temporal y civil de sus feligreses, sin tomar en cuenta que para eso está el gobierno.
La oligarquía rebelde y todo su acompañamiento; éste año también concurre a las Elecciones del Dos de Junio.
Su candidata presidencial es la señora Xóchitl Gálvez y una runfla de proscritos como candidatos a las cámaras federales, entre ellos figuran; muchos personajes impresentables, de oscuro pasado, que estando sometidos a procesos penales por ladrones del erario público; y que necesitan del fuero constitucional para poder regresar a nuestro país.
Y también; la oligarquía enarbola los desteñidos estandarte de los viejos y desprestigiados partidos políticos, y por ende; lleva arrastrando como pesado lastre:
Los raquíticos contingentes del pri; las diezmadas huestes conservadoras del pan; y los famélicos y desahuciados desechos del PRD: y a ultranza; unos aliados periféricos: los mostrencos y oportunistas del Partido Sinaloense.
Por el bando contrario concurren:
“La Tiranía de las mayorías”, acaudilladas por Andrés Manuel López Obrador, su beligerante presidente; y representados por Claudia Sheinbaum Pardo, su culta y ejemplar candidata presidencial; que lidera y aventaja en la intención del voto:
Ambos van seguidos por un pueblo en tandas de enardecidos activistas.
Eso sí:
Eficazmente capitaneados por una élite de políticos vivarachos y experimentados; algunos viejos idealistas de izquierda, sobrevivientes de las pasadas luchas reivindicatorias; muchos decepcionados tránsfugas del pri; muchos camaleones del pan; que dentro del movimiento son considerados traidores en potencia; corruptos ya conocidos y otros en vías de corromperse.
Todos estos políticos avezados y de dudosos principios humanistas, que capitanean al pobrerío empoderado y a una parte de la clase media baja:
Conforman el gran movimiento político de la Cuarta Transformación.
Son los sobrevivientes del movimiento del 68; los saldos del Cardenismo del 88, son la primera, segunda y tercera ola del López Obradorismo, son la resaca de viejas luchas sociales y el poderosos coletazo del “tsunami” político del 2018; que están convertidos en la arrolladora corriente democrática; que implacable repitió su triunfo en la elecciones del 2021 y el 2023; y así; amenaza con barrer a la oposición de nueva cuenta en las elecciones presidenciales del dos de junio del 2024.
¡Avanti Popolo! ¡Ganaremos!