Culiacán, Sinaloa a 10 de octubre de 2023.
¿Le interesa a nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador el premio nobel de la paz? ¡Para nada!
Porque respuesta tan contundente, porque de acuerdo a su forma de actuar en relación a los conflictos de violencia en el mundo, él rechaza por convicción, que todo debe resolverse por medio de la concordia, la aplicación de la buena política, el diálogo que permita acuerdos de paz.
Así ha sido con el desarrollo de la 4ta transformación, se está llevando en paz convocando a todo los habitantes del país para que juntos, en un ambiente de paz logremos los cambios que se necesitan para eliminar la corrupción, se imponga la justicia, la legalidad y la austeridad.
En el ámbito internacional, cada que surge una guerra, casos como la invasión de Rusia a Ucrania y ahora las masacres provocadas por palestina contra Israel, cuando se le pregunta cuál es la posición de México al respecto, contesta de manera clara y contundente que deben recurrir al diálogo porque la violencia solo engendra violencia.
Pero no se queda sólo con esa demanda, sino que va más allá e insta a los países en pugna y a la Organización de las Naciones Unidas, ONU, para que dejen la comodidad del confort de sus oficinas e intervengan porque esa es su obligación.
Y si alguien me pregunta si AMLO merece el premio nobel de la paz, respondo que sí lo merece y con creces, razones y méritos tiene por docenas. Podría citar aquí los motivos, pero eso me provoca preguntar: ¿Hace falta? ¿Lo tomaría en cuenta la ONU? ¿Lo consideraría la academia sueca?
