Mendacidad: Hábito o costumbre de mentir. RAE.
Venalidad: Corrupción, inmoralidad, soborno, deshonestidad. RAE.
Las sórdidas maquinaciones para fraudear la ley, ordenadas por el rector delegado de la Universidad Autónoma de Sinaloa Jesús Madueña Molina, se inscriben en una trama delictiva que este funcionario preside para extraer rentas de nuestra máxima casa de estudios que se invierten (entre otras cosas) en la defensa legal del hoy procesado y en su extendido aparato propagandístico, amén de servir como “banca en la sombra” para fondear financieramente al Partido Sinaloense del que es miembro notable.
En días pasados la prensa dio cuenta de una más de sus tenebrosas maquinaciones:
Después de 30 días de haberse judicializado la carpeta de investigación en donde se le acusa de ejercicio indebido o irregular de funciones (de corrupción en buen castellano) por la descomunal compra de 45 millones de pesos de tortillas para las casas de estudiantes que con motivo de la pandemia de Covid-19 estaban cerradas, el asiduo visitante a los juzgados penales ordenó a sus proveedores la cancelación (ex post) de 400 facturas por más de 20 millones de pesos.
El lance es a todas luces temerario y cínico, pero que termina por revelar la naturaleza delictiva profunda del acusado, que roza la sociopatía.
Cuestionado por los fiscales, el proveedor de las “tortillas de la ira”, el por qué hasta estas fechas había procedido a su cancelación habiendo transcurrido casi dos años de su emisión, este arguyó que no las había cancelado por negligencia.
¿Negligencia? Un abarrotero/ tortillero de magros ingresos olvidándose de cancelar 20 millones que reportó al fisco (SAT) como ingresos facturados y de los que eventualmente debió pagar el impuesto sobre la renta, es un argumento para engañapendejos y que no se sostiene dentro de una lógica jurídica – fiscal – contable.
Además el 12 de noviembre del 2022, se realizó la modificación al cuarto párrafo del artículo 29- A, del Código Fiscal de la Federación (CFF) en donde por primera vez se establece un límite para cancelar los comprobantes fiscales el cual a su letra dice:
Artículo. 29-A…..
“Salvo disposiciones fiscales que prevean un plazo menor, los comprobantes fiscales por internet sólo podrán cancelarse en el ejercicio que se expidan y siempre que la persona a favor de quien se expidan acepte su cancelación”
El asunto es asaz de sencillo, y no se necesita ni ser contador ni abogado para entenderlo: el proveedor no canceló las facturas en el ejercicio fiscal de su emisión (años 20, 21 y 22) y se presentó a cancelarlas hasta agosto del 2023.
Las cancelaciones tienen que hacerse en los ejercicios fiscales correspondientes y en el mes de la declaración anual del contribuyente y las emitidas en el 2022 su cancelación feneció en abril del 2023. Punto.
Madueña se ha envilecido hasta la ignominia y no parece conocer ningún límite para tratar de engañar a los sinaloenses.
La censura que ha instaurado para que la sociedad no se entere de sus fraudes y corrupción, tiene que ver con el ruido estridentes de sus falsedades mediáticas reproducidas ad-nauseam por su aparato propagandístico por comisión y por Radio Perversidad, antes la radio cultural: Radio Universidad.
Y a veces con el concierto ingenuo de periodistas y periódicos bien intencionados, pero que carecen de conocimientos en la materia y de ganas de aprender.
El litigio estratégico que la representación social de los intereses de los sinaloenses (Fiscalía General del Estado) para que la runfla de malversadores le regresen al pueblo lo robado, se debe de orientar a despojar a la pandilla fascinerosa que preside Madueña de los instrumentos financieros que posibilitan su defensa política, mediática y jurídica con recursos públicos.
El litigio debe ser estratégico porque la corrupción de Madueña y su nomenclatura es estratégica y de ella dependen para sobrevivir y evitar la justicia penal.
Hagamos la siguiente analogía:
Imaginemos al gerente de una empresa acusado de fraude y/ abuso de confianza en contra del patrimonio de la misma y que este gerente utiliza los activos humanos (su departamento jurídico y su dirección de comunicación) para defenderse de las denuncias interpuestas por los accionistas o dueños de la empresa, además de la utilización de los recursos económicos para llevar a cabo campañas mediáticas en su defensa pública de cara a los medios y la sociedad.
Eso sería un verdadero escándalo, pero a juicio de Madueña, el sí puede utilizar a los abogados que cobran en la universidad como sus defensores y utilizar el dinero de la comunidad universitaria en su defensa sin que eso le cause el más mínimo rubor.
La corrupción de la élite universitaria no es casual o accidental.
Es, insisto, estratégica. Como estratégico es utilizar la autonomía universitaria como una cortina de humo o una caja china para no rendir cuentas.
La autonomía como falsa bandera y como un concepto distractor; un argumento políticamente correcto para fraudear a la opinión pública y depredar las finanzas universitarias que es dinero de los sinaloenses.
La patraña perfecta.
Como recordaba el novelista Daniel Sada, pero al revés:
Aunque usted no lo crea, la verdad siempre se sabe.