Culiacán, Sinaloa, 17 de octubre 2025.
En efecto, poco me ocupo de la mexicana política que se mueve en la especulación y el mitote, pero hay, sin duda, asuntos de los que conviene ocuparse, como me señala uno de mis críticos lectores.
Para nadie es un secreto:
Adán Augusto, Monreal y Marcelo ambicionan la presidencia de México, desde hace tiempo, y en esa perspectiva es que actúan.
En distinta proporción, los tres pugnaron hasta el final por la candidatura que finalmente quedó para Claudia Sheinbaum y luego, estratégicamente, regresaron al redil, pero sin perder de vista su aspiración central.
Están en su derecho, pero es cuestión que, en obvio, tiene que considerarse desde la máxima dirigencia del partido en el poder.
La razón es clara: si la ambición se desata se corre un evidente riesgo de fractura que afectaría su permanencia.
Y HAY VARIOS MÁS
También a la expectativa Gerardo Fernández Noroña, cuyo protagonismo es un arma de dos filos; Clara Brugada, y el problema del carisma ausente; Luisa María Alcalde Luján, a quien le ha faltado consistencia, y Andrés Manuel López Beltrán (la apuesta más riesgosa).
Pero quien aparece como puntero, por razón de sus funciones y su cercanía a la presidenta Sheinbaum, es Omar García Harfuch. Como sea, es muy temprano.
¿De la “oposición” filotrumpista?
El evasor de impuestos, Ricardo Salinas Pliego, su tocayo Anaya (por la revancha soñada), las señoras Kenia López, Lily Téllez y de nuevo Xóchitl Gálvez, ellas sin la menor posibilidad real más allá de una candidatura que se movería en la broma de mal gusto.
También Margarita Zavala, Damián Zepeda Vidales, Marko Cortés y Maru Campos.
Como sea, hasta ahora ninguno fuera de Morena aparece con posibilidades reales de ganar la presidencia.
SIGUE LA LISTA
De la “oposición” que no sabe bien a bien con quién es el pleito, están Samuel García (pagando desde ahora cara publicidad), Luis Donaldo Colosio Riojas, la bandera de la herencia; Jorge Maynez (esperando que la naranja se desgaje) y, por si acaso, Dante Delgado.
También habrá, como siempre, algunas otras ocurrencias sin mayor trascendencia: Carlos Loret de Mola, Lorenzo Córdova, Claudio X González y hasta Alejandro Moreno y Chumel Torres se pueden alborotar, entre otros.
La lista es mucho más larga y hay omisiones, sin ser todos los que están mencionados, ni estar todos los que son.
TAMBIÉN EN SINALOA
La ambición corre por todas partes y el escenario estatal de Sinaloa no es excepción. Ya empiezan a surgir las promociones de actores políticos con la vista puesta en la sucesión gubernamental de Rocha Moya.
Lo dije hace unas semanas: ninguno (ellas y ellos) mencionado hasta ahora, representa una verdadera opción que recupere el sentir ciudadano.
Todavía es temprano, en efecto, pero al adelanto se le da respuesta.
¿Qué puede ser alguno o alguna? Desde luego, la política mexicana sigue siendo un espacio en el que todo puede suceder.
Del PRI y del PAN estatales se apuntarán una senadora que desprecia el pueblo y un diputado traficante de influencias, sin posibilidad alguna de obtener la gubernatura.
La cuestión es, en lo nacional y estatal: ¿Y la ciudadanía?
EN EL TINTERO
-Ya cayó Dina Boluarte, la usurpadora de Perú; siguen Milei, el estrambótico argentino, y Noboa, el gringo que preside Ecuador. Al tiempo.
– ¿Trump? Ahí son los intereses del gran capital los que deciden. Es un desastre, en todos los sentidos, y su propio pueblo sufre las consecuencias, pero todavía lo mantienen.
–La intervención militar de Estados Unidos en Venezuela es una probabilidad cada vez con mayores indicios. Ya veremos que dirán los gobiernos de la “comunidad internacional”, en su mayoría serviles al gran capital (el que está detrás de las intervenciones en todo el mundo).
-El FONDEN era un instrumento de políticos sinvergüenzas, ni caso en argumentar.
– El de Culiacán ¿alcalde “mejor evaluado”? Habría que ver la factura.
-El Premio Nobel cada vez se parece más a una vacilada (y el mundo todo a una caricatura).
-El teléfono (celular) ya no es un instrumento confiable para nada. Regresar al diálogo personal y directo es lo que procede y se está imponiendo. Las intervenciones y la invasión de la privacidad son más comunes de lo que se piensa.