Culiacán, Sinaloa, 26 de agosto de 2025.
Desde lo terrenal hasta lo más complejo, los referentes son múltiples:
Nuestro país heredó del prianismo una crisis educativa que será muy difícil revertir.
Pero no es con recursos meramente discursivos (como los de “los negocios son primero”, villamelones educativos) que la conflictiva se va a resolver y menos si se trata de imponer un criterio solamente empresarial al asunto.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha conocido altibajos.
Por ahí pasaron José Vasconcelos, su fundador; el sinaloense Bernardo J. Gastélum, José Manuel Puig Casauranc, Moisés Sáenz Garza, Ezequiel Padilla Peñaloza, Narciso Bassols, Agustín Yánez y Jaime Torres Bodet.
Los mencionados, y algunos más, fueron hombres de logros y notables alcances intelectuales. Pero también han sido titulares de la SEP Ernesto Zedillo, Manuel Bartlett y Reyes Tamez Guerra.
EL BOTÓN TAMEZ GUERRA
El señor Tamez, que luego se enchufó al presupuesto del estado de Nuevo León, ha sido uno de los más grises. Su tránsito se caracterizó por una larga lista de errores, ineficiencias y despropósitos.
En lo fundamental, con Tamez (y no ha sido el único) fue evidente la carencia de una visión educativa a la altura de los grandes y complejos problemas de México.
Se distinguió Tamez, además, por entregar información privilegiada, sobre reformas y programas de estudio, a editoriales privadas; realizar viajes al extranjero que no se justificaron debido a su quehacer al frente de la SEP y “procesar cambios” sin tomar en cuenta a los actores educativos.
Lo menciono aquí porque, sin duda, es un botón de muestra de lo que había venido sucediendo con la SEP.
LOS FACTORES
La falta de visión de largo plazo, la determinación incorrecta de prioridades y una inadecuada planeación en la relación educación-desarrollo, han sido factores centrales de la problemática educativa nacional.
Las decisiones políticas han privado sobre las capacidades y los perfiles de no pocos titulares del sector educativo no han sido son consistentes con su alta función designada.
La evaluación crítica es necesaria, pero resulta perniciosa y retardataria cuando se ejerce desde una posición ideológica que desdeña el interés general y se atrinchera en lo particular, como es el caso de la organización “mexicanos primero”.
EL AFÁN PRIVATIZANTE
El objetivo del sector más conservador de la privada iniciativa, de la ultraderecha y sus corifeos, siempre ha sido privatizar la educación mexicana (ya lo es en buena parte) y hasta la última etapa del prianismo sus propuestas recibieron abierto apoyo.
Ahora, para criticar al proyecto de la Nueva Escuela Mexicana, que impulsa el actual gobierno, la mermada “oposición” recurre a lugares comunes, retoma argumentos que ya son señalados en el diagnóstico oficial y a fuentes de la misma oposición que, ya se sabe, hablarán lo que sea para el ataque.
Que lo estructural “sigue pendiente”, dicen, y así es, se avanza poco a poco para corregir los desmanes de varias décadas de prianismo, lo que desde luego no ven los propagandistas clericales.
De hacerles caso (como lo hizo Tamez) nada bueno puede esperarse, sin que ello signifique aval incondicional para lo que ahora sucede con la nueva administración federal.
EN EL TINTERO
-Siguen las locuras trumpianas y la estupidez declarativa de él mismo y su corrupto gabinete. México debe responder con mayor contundencia.
–El gobierno de Trump negocia con delincuentes, eso es un hecho irrebatible, de modo que, por elemental lógica (son tratos entre socios y cómplices) lo que sea que declaren sus protegidos carece por completo de credibilidad.
-Y hablan de “cooperación” pero ocultan información relevante. El caso de Zambada ilustra la forma ventajosa y cómplice del gobierno gringo con la delincuencia organizada.
-Insisto: se tiene que poner orden en el Senado mexicano. Es una vergüenza y un argumento para el desprestigio mundial. (cano.1979@live.com).