Casimiro Zamora Valdez:
Es el diputado del cuarto distrito electoral federal; cuyo territorio es tal vez el más completo en cuanto a su orografía, variedad de recursos naturales y riqueza económica de la estructura política y territorial de estado de Sinaloa.
Su actitud de político con oficio y de hombre probado en el arte de servir a la gente se advierten en la forma franca y llana que tiene de tratar a los demás.
De su personalidad emana una corriente de empatía propia de los políticos de pueblo que tuvieron la oportunidad de escapar del rancho, sin perder la sencillez ni la querencia.
Accesible de trato y de lenguaje de fácil:
“Quiubo paisano” ¿”Desde cuándo no vas pal pueblo”? y ¿”Bueno, y dónde dejó usté el ombligo”? [sic]
Comentarios así lo revelan como un hombre del Popolo; a quién su estilo lo ha convertido en un gestor natural de la Cuarta transformación.
No creo equivocarme, salta a la vista que es un compa serio y cumplidor; su discurso es la simple expresión de los hechos consumados y su visión del futuro es la consolidación de los programas sociales y el Estado de Bienestar del pueblo; y todo esto con pleno conocimiento de causa pues por añadiduras de la vida; también es abogado.
Casimiro Zamora Valdés fue la figura central de un conversatorio entre compañeros morenistas.
Una de las mesas de trabajo sobre la urgente y necesaria reforma al Poder Judicial.
Su planteamiento a comentar, fue el ensayo certero de una ponencia concreta y puntual, sobre las presiones y los efectos que surte en nuestra sociedad un poder judicial corrompido:
Fue la suya una exposición contundente de motivos y razones por las que, a estas alturas es ya impostergable llevar a cabo una reforma constitucional; para refundar democráticamente, al más reaccionario y clandestino de los tres poderes de la república.
Justo al término de la reunión, cuando él cerraba su participación:
Recibió en su androide de una última generación, una información que hizo publica en ese momento; “los jueces se han amotinado en contra de la iniciativa de reforma al poder judicial” y agregó con tono severo y contundente:
“Es por eso compañeros, que es sumamente peligroso para la vida nacional éste poder judicial podrido y conjurado con la oposición”
Y continuó analizando la oposición reaccionaria de los ministros de la Suprema Corte de Justicia Nación y lo que significa para la democracia y la sociedad mexicana la conducta arbitraria, corrupta y clandestina de los ministros.
Eduardo Benítez, el joven morenista que es una promesa, porque oxigena la vida interna del partido:
Se refirió a la histórica lucha de las corrientes de izquierda.
Expuso un breve análisis de lo que representa el Poder Judicial de la Federación y se extendió explicando lo necesario que es para la sociedad; que exista apertura política que permita la actualización del marco constitucional y la adecuación de las leyes completarías.
Propugnó porque esa evolución de las leyes sea siempre aplicable y de avanzada, pero sobre todo:
Que sea siempre en beneficio de los que menos tienen.
Por su parte el profesor Carlos Rea Camacho en su participación enfatizó la necesidad de acabar con los usos y costumbres del clandestinaje perverso del poder judicial:
Lo dijo así:
“Primero hay que acabar con los sueldos tan altos y onerosos que son una ofensa para el pueblo pobre, hay que extinguir los fideicomisos que son la caja chica de los ministros y terminar con todos los Privilegios que gozan los Ministros de la Suprema Corte, los Magistrados de los tribunales, Jueces de Distrito y los Jueces en general.
Segundo; desmantelar la red de corrupción que opera a valores entendidos en todo el ámbito judicial; separando de su cargo a todo los parientes consanguíneos y por afinidad; para acabar de una vez por todas con el nepotismo;
Tercero; Fincarles responsabilidad penal y/o civil a todos aquellos ministros, magistrados, jueces o funcionarios que hayan incurrido en actos de complicidad; dejando en libertad a personajes de la delincuencia organizada y amparando a delincuentes de cuello blanco.
Sin importar cuál sea su nombre, ni que tan rancio sea su linaje; porque solamente así, dando una batida ejemplar, se podrá poner fin de una manera radical a la corrupción en la que viven.
Cuarto: Y para poner fin a esa terrible Impunidad; es necesario que sea el pueblo quién elija democráticamente a cada Juez, a cada Magistrado de Tribunal y a cada uno de los Ministros de la SCJN. Cueste lo que cueste.
En pocas palabras, El Director del Instituto de Formación de cuadros del partido Morena en Sinaloa:
Quiere cortarle la cola al chango… ¡de un solo hachazo!
Nada es más oportuno, ni más importante dentro de las filas Morenistas, que la formación de cuadros.
Profundizando en ellos el ideario Obradorista.
Sobre todo ahora que Andrés Manuel López Obrador, su invicto y combativo líder, está por retirarse de vida pública.
Y su retirada obliga a su partido a reafirmar su filosofía política, para poder profundizar el Estado de Bienestar.
Porque solo con la formación de cuadros fieles a ese ideario, y capaces de hacer valer la premisa Obradorista de que; “sólo el pueblo puede salvar al pueblo” con la prioridad de proteger a la clase más humilde y de menos ingresos.
Cuadros que den valor y validez permanente a su lema de “Por el bien de todos primero los pobres” recordando su nombre y enalteciendo su figura, que de por sí ha llegado a alcanzar la estatura histórica de un paladín de la democracia latinoamericana:
Un moderno Robin Hood, que dentro de los cauces legales, les exige a los ricos que paguen las contribuciones; que cumplan con los impuestos que imponen las leyes hacendarias que ellos mismos hicieron; para con esos recursos ya en poder del estado de bienestar:
Redistribuirlos equitativamente entre pobres y ricos por igual, entendiendo que la justicia social es una cosa de todos y para todos.