Hoy se celebró La Asamblea Plenaria número 24 Del Pri.
Hubo un quórum legal y después de asuntos generales; se desahogó el único punto para el que fue convocada.
Acto seguido se llevó a cabo la votación para aprobar la Reforma Estatutaria que le permitirá a su actual dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas: reelegirse una y otra vez más.
Alito Moreno; un político cínico y ladrón, un mentiroso y hábil manipulador, un político que sabe meter presión hasta llegar al chantaje y la coacción; un hampón adicto a la extorsión, al poder y al dinero.
Especialista en acumular riqueza mal habida, un amo y señor de la politiquería:
Un estereotipo de ex gobernador neoliberal, acusado de depredar las arcas del estado que gobernó y de usar a Campeche como trampolín hacerse de una Diputación federal y de plataforma para hacer campaña y convertirse en dirigente nacional del Pri.
Como diputado federal fue ave de tempestades; acusado por la fiscalía de Campeche de cometer durante su gobierno incontables actos de corrupción y de muchos otros cargos vergonzosos; pero que inexplicablemente no pudo ser desaforado por Morena a pesar de tener la mayoría en la cámara de los diputados. [sic]
Alito Moreno es un ladrón de lo indecible, está señalado de poseer una enorme e inexplicable fortuna.
Es un político que por ser de hechura Priista, reúne en su persona todas y cada una de las característica para ser considerado un Priista Perfecto.
Un Líder de Comité Ejecutivo Nacional que formó un grupo compacto de incondicionales para llegar a serlo, que reclutó a todo un ejército de fariseos de la política a su puro gusto y condición, con el avieso propósito de secuestrar al Pri y repartir las candidaturas del 2021, del 2023 y 2024 a cambio de lealtad a su proyecto personal; dándole así una sopa de su propio chocolate a la mafia Priista.
Un líder Nacional que junto con Marko Cortez del Pan y Chucho Zambrano del Prd: se quitaron las máscaras y no tuvieron empacho en romper el contenedor de la hipocresía para mostrarle al pueblo mexicano lo que realmente eran:
El Prian, La Mafia del Poder del Salinato; que ya para entonces arrastraba la cola hedionda del perredismo. Los Paleros de siempre y los nuevos lacayos lambiscones.
Y ya desenmascarados y convertidos más que en alianza política, en una asociación delictuosa; dieron inició a la aventura política que como todos sabemos, termino por ser una competencia de quién saldría perdiendo más ante Morena; el hoy partido de las mayorías republicanas; el nuevo partido hegemónico, que a partir del primero de septiembre será la nueva aplanadora.
Y esa es la tarea en la que Alito Moreno seguirá empeñado o comprometido hasta perderlo todo y si no… ¡al bote!
Sí, ese vándalo capaz de robarse a sí mismo, ese mañoso y cínico perdedor electoral, derrochador del patrimonio político colectivo en beneficio propio: ese mismo, seguirá siendo su presidente por 8 ocho años más, es decir hasta el 2032.
Alito Moreno:
Cómo bufón envalentonado, que tratara de revelar una broma de mal gusto, subió a la tribuna de la 24 asamblea plenaria del Pri y desde ahí, protagonizó el dramático desenlace de la tragicomedia de humor negro que estaba personificando:
Con un cinismo que asombra y la a voz en cuello, se atrevió a renegar del neoliberalismo, la doctrina política con la que gobernaron en mancuerna con el PAN durante 35 años, calificándola de ser la receta perversa que los llevó a la derrota; y haciendo alarde de su estilo pendenciero y retador:
Expulsó del Pri al neoliberalismo Salinista y acusó a los neoliberales de perpetrar el pemexgate, con dedicatoria a Francisco Labastida y señaló con dedo flamígero y voz acalorada a Manlio Fabio Beltrones de ser cómplice en la muerte de Colosio.
Alito Moreno, quién muy pronto será un intocable Senador de la República, tendrá cómo compañero de bancada al gánster Beltrones. [Será como ver a dos hienas rivales enjauladas] Y ambos sin duda estarán a la vista del joven senador Colosio Jr.
Ese es Alito Moreno: el desmantelador del Pri.
Un hampón que ahora mismo ya estará contratando deuda con cargo a las prerrogativas y que muy pronto dará en hipoteca los edificios del Pri para robarse el dinero del empeño, y que no cejará en su propósito sino hasta enterrarlo.
Para después, como ya nos tiene acostumbrados, en el colmo de la hipocresía: salir a presumir con orgullo que lo acompañó a su tumba.