Hablemos de la Afiliación Efectiva:
Debería ser condición sine qua non; y candado legal estatutario para evitar la engañifa de la que son objeto las autoridades del INE; y los electores en general:
Cuando los partidos políticos coalicionados; presentan candidatos que no son miembros de su padrón de afiliados; y a los que pomposamente suelen llamar, candidatos “externos, “ciudadanos” o de la “sociedad civil”; cuando en realidad son cuadros políticos infiltrados o encubiertos del partido más fuerte de la misma coalición.
Existen casos muy sonados; como el de la senadora sonorense Lilly Téllez, empleada de TV Azteca, y el senador panista German Martínez, producto de las elecciones del 2018, que finalmente terminaron traicionando al Partido Morena, que los postuló al senado. Pues se trataba de cuadros políticos ajenos muy conocidos.
Tan conocido como el caso de Melesio Cuén: cacique del Pas y candidato plurinominal del Pri en las pasadas elecciones del 2 de junio.
Porque lo que se pretende presentando candidatos sin la debida y efectiva afiliación, es burlar legalmente la norma que establece que la sobrerepresentación política de los partidos en el congreso:
No debe pasar del 8 %; y que por cierto se deriva de una interpretación caprichosa, del derecho que cada partido tiene en el reparto de las 200 curules de representación plurinominal.
Este es un asunto que en estos días postelectorales; y previos a la integración de la LXVI del Congreso Federal: se litiga en medio de un acalorado debate.
La Sobre Representación política en las Cámaras y en el Congreso está permitida y limitada por la propia Constitución hasta el 8% para los partidos políticos; no así a las coaliciones.
Morena-PT-Pvem ganaron la Presidencia de la República con 60% de los votos; y la Cámara de Diputados con el 56%; pero como coalición, ocuparán el 74% de las curules y ya veremos:
Si el Tribunal Federal Electoral se atreve a enfrentarse a la poderosa Coalición Obradorista; “Juntos Hicimos Historia”; aplicando lo que establece el COFIPE; que incluye y limita también a las coaliciones.
Y en este litigio, las partes; cada una defiende la que mejor interpreta de acuerdo a sus intereses.
Corresponderá al Tribunal Federal Electoral determinar; de acuerdo con su propia interpretación. Pero; para no parecer incongruente y caprichoso, sino justo e imparcial:
Será muy prudente y tomará en cuenta la jurisprudencia al respecto y analizará las anteriores conductas que sentaron precedentes en casos iguales.
Y desde luego que observará los contextos y resolverá, no tengo la menor duda, sin perder de vista la utilidad pública que tutela el Estado.
Porque se trata de las mismas leyes y de las mismas armas, con las mismas mañas que se usaron en el pasado; nada más que ahora; los conservadores las tienen de puntas y los Obradoristas por el mango.