Cápsula para mascar No. 105

Acá en el norte del país, muchos miles teníamos un concepto muy equivocado de las etnias, en especial por los de Oaxaca.
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Culiacán, Sinaloa a 17 de mayo del 2024

Del libro ¡GRACIAS! Escrito por nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador. –AMLO-

OAXACA, UN VIAJE AL CORAZÓN

DEL MÉXICO PROFUNDO.

En marzo de 2009 concluí mi recorrido por los 2038 municipios de régimen de partido del país y el 20 de noviembre de ese mismo año terminé de visitar los 418 municipios indígenas, de usos y costumbres, del estado de Oaxaca y ahora hago este relato para compartir mis reflexiones y, al mismo tiempo, rendir homenaje al gran antropólogo social Guillermo Bonfil Batalla, defensor del “México Profundo” y creador de ese concepto.

Desde finales de julio viajé por las ocho regiones de Oaxaca: la Mixteca, la Cañada, el Papaloapan, la Sierra Norte, la Sierra Sur, la Costa, el Istmo y los Valles Centrales.

Durante ese tiempo solo estuve en la Ciudad de México los lunes porque de martes a domingo iba a Oaxaca.

Por lo general tomaba como base una ciudad o pueblo grande, situado estratégicamente, y de allí me desplazaba a diario para llevar a cabo asambleas informativas en municipios cercanos.

Salía muy temprano en la mañana, celebrábamos en promedio seis reuniones y regresaba por la noche.

En total, recorrí 25,000 kilómetros, la mayor parte de terracería.

Aunque hubo algunos incidentes –casi todos provocados por órdenes del gobernador Ulises Ruiz Ortiz a través de sus delegados regionales, una especie de jefes políticos del Porfiriato.

Oaxaca, junto con Guerrero son los estados más pobres del país, los oligarcas los mantuvieron abandonados, eso sí, los explotaban en lo que podían y hasta se burlaban de su condición de indigenas. Oaxaca en particular es el que más municipios tiene.

En tiempos de los oligarcas la mayoría incomunicados, con caminos de terracería, sin agua potable y algunos hasta sin energía eléctrica, y sin la posibilidad de comunicación de telefonía.

Los sistemas de salud y educación muy deficientes. Algunos maestros daban clases en chozas con grupos de primero a sexto año.

Los niños en su mayoría tenían que recorrer distancias hasta de dos horas para asistir, por esta razón y la pobreza extrema, no terminaban sus ciclos escolares, eran contados los que llegaban a inscribirse en la secundaria. Debían trabajar para el sostén familiar. 

Por falta de atención de parte de los gobiernos, como el de Ulises Ruiz Ortiz, gobernante corrupto, mediocre, autoritario y déspota, había desorden en todo; por ejemplo, en asuntos por la falta de regularización de la propiedad de la tierra, los campesinos siempre estaban en pugna; eso provocaba enfrentamientos en los que hubo muchas muertes.

Por fortuna, todo esto se ha ido resolviendo con la intervención del gobierno de AMLO. La 4ta. Transformación ha desarrollado Programas de Bienestar en todas las áreas. 

Acá en el norte del país, muchos miles teníamos un concepto muy equivocado de las etnias, en especial por los de Oaxaca, los motejábamos como “oaxaquitas”.

En lo personal tuve una experiencia que me hizo cambiar totalmente de opinión. Les cuento:

En principios de los años 70’s llegó un grupo de jornaleros Oaxaqueños y se hospedaron en una casa de huéspedes que estaba frente a mi casa, entre ellos hubo uno que se distinguió porque a pesar de nuestro rechazo.

Guillermo Pacheco pronto nos conquistó por su desenvoltura y gracia, Pachequito así le nombrabamos, y cuando desapareció lo extrañamos.

Doce años después, me sorprendió verlo llegar a la empresa en la que yo tenía la gerencia de ventas. Me dio gusto verlo y más saber que era mecánico de maquinaria pesada.

Llenó una solicitud, luego fue llamado para una prueba, la pasó.

Un día el director de la empresa, distribuidora de marcas japonesas, nos convocó para que iniciar un curso de inglés. A los seis meses Pacheco ya escribía y hablaba el idioma mejor que todos.

Enseguida fue ascendido a jefe de talleres. 

Debido al famoso “error de diciembre”, la empresa cerró.

Un mes después me encontré a Pacheco cargando una palangana con dos baldes vendiendo tamales, me contó con cierto orgullo que los hacían él y su esposa. Le felicité y reconocí su valentía por cómo enfrentar las circunstancias.

30 años habían transcurrido cuando vi a Pacheco rejuvenecido, bajó de una camioneta último modelo.

Le pregunté: -tú eres Guillermo Pacheco. –Sí, para servirle, señor. –Eres igualito a tu padre.

Seguimos platicando y me contó que su papá tenía en Oaxaca el negocio de tamales más grande del lugar, lo atendía junto con su esposa, y que él, Guillermo Pacheco Jr., era pintor, que había sido alumno del gran Francisco Toledo.

Y que gracias a eso, sus obras se venden en las galerías más famosas de Europa, Medio Oriente y Estados Unidos.

Los expositores de obras de arte que abarcan el mercado nacional y extranjero, son de origen Oaxaqueño, me los encuentro en Cancún, Los Cabos, Tijuana, Guadalajara, Monterrey, San Diego, Los Ángeles, Nueva York… están en todos lados y con mucho éxito.

Con historias como estas, queda demostrado que el valor y los valores más sólidos de nuestro México, son del pueblo. Por eso el próximo 2 de junio, refrendaremos con otro Tsunami la continuación de la 4T.

La estafeta le será entregada por AMLO a nuestra candidata la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. CON EL PUEBLO TODO, SIN EL PUEBLO NADA: Benito Juárez.

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