LA CUARTA OLA ELECTORAL DE MORENA SERÁ EL ANHELADO PLAN “C”
“La Iniciativa de Reforma Constitucional del Régimen Político Electoral Mexicano más que una Reforma Electoral, es una Reforma Política; porque además de que plantea un Nuevo Sistema de Partidos; plantea también un Nuevo Sistema de Instituciones Electorales; y un Nuevo Sistema de Representación Popular”: Pablo Gómez
Cuya aprobación es urgente y necesaria; para consolidar la Cuarta Transformación de la República y el Movimiento de Regeneración de la Vida Pública de México.
Imaginado y propuesto desde las trincheras por su líder Andrés Manuel López Obrador; quién ha tenido el valor de encabezarla; y qué, apoyado principalmente por el pobrerío; fue capaz de romper, los diques de contención impuestos por el neoliberalismo, desde su primera gran ola electoral del año 2006.
Pero el régimen conservador neoporfirista, con el aparato militar y toda la fuerza del Estado Mexicano a su disposición:
Hicieron un gran fraude electoral y se robaron la presidencia de la República; imponiendo al Panista Felipe Calderón Hinojosa; y mantuvieron el control político; haciéndose por la fuerza del triunfo, que no fueron capaces de ganar en las urnas; y confesando con gran cinismo:
“Ahiga sido como ahiga sido”
El pequeñajo y dipsómano usurpador de la presidencia; ya entronizado en él poder; y con Genaro García Luna como Secretario de Seguridad Pública; se amafió con uno de los poderes fácticos del narcotráfico y se complotó con los partidos políticos: con el PRI, con el Partido Verde y con el PRD: para llevar a cabo una serie de reformas constitucionales; 110 en total.
Todas ellas contrarias al interés general; para proteger a los grandes empresarios y oligarcas nacionales; y para enajenar los recursos naturales de la Nación; otorgándole a los grandes consorcios extranjeros, permisos para generar energía eléctrica y contratos leoninos en contra de la Comisión Federal de Electricidad.
En un intento clarísimo de mandarla a la banca rota; y con la aviesa intención de desaparecerla, dejándonos a nosotros, los ciudadanos; en manos de su socio Hiberdrola y compañía.
Y otorgando concesiones sobre grandes extensiones de nuestro país; a las grandes compañías mineras canadienses.
La segunda ola del Movimiento de Regeneración Nacional, ocurrió seis años después; en las elecciones federales del 2012: en medio de una competencia desigual, con una campaña política en contra; marcada por un ataque despiadado de los medios de comunicación; que no se limitaron a hacer un periodismo militante conservador; sino que se vendieron a la oligarquía: para sembrar el terror con calumnias, con mentiras; usando la misma guerra sucia del año 2006; pero con la propaganda negra multiplicada.
Al mismo tiempo, instrumentaron la compra masiva de votos; con efectivo, con vales, con tarjetas de varias cadenas comerciales de alimentos; cómo Soriana; materiales de construcción y un bochornoso reparto de despensa de frijol con gorgojo. Aprovechando la necesidad de la población más humilde.
Y, nuevamente los conservadores; usando todo el poder del Estado, solapados por el gobierno del usurpador Felipe Calderón y todos los partidos políticos:
El nuevo títere de la oligarquía, Enrique Peña Nieto; en medio de un enorme desprestigio, cobijado por la prensa escrita y los medios de comunicación televisiva adulándolo:
Asumió la presidencia comprada; y de inmediato se dio a la tarea de celebrar un conciliábulo al que llamaron Pacto Por México, con el PAN, el PRD, el Partido Verde y Movimiento Ciudadano.
Y al igual que él usurpador anterior: Continuó con la enajenación de los recursos naturales y estratégicos de la nación. Concretamente con él petróleo y la industria petroquímica.
Llevando al congreso, un paquete de reformas constitucionales entreguistas y antipatrióticas, que todos recordamos como las famosas “reformas estructurales”, para aprobarlas con los votos de los Senadores y los Diputados previamente sobornados, con los diez millones de dólares de la empresa Odebrecht.
Me detengo aquí para aclarar, que: Enrique Peña Nieto, pasará la historia no solo por ser el presidente más ignorante y frívolo que hemos tenido; o por ser él más corrupto y saqueador, [por encima del padre de la desigualdad Carlos Salinas de Gortari]; Peña Nieto pasará a la historia por haber hecho 155 reformas al texto constitucional.
Más que ningún otro presidente de México y todas ellas contrarias al interés de las mayorías.
Pero se había de llegar el día, y:
El 1 de julio, del año de gracia de 2018; se presentó La Tercera ola electoral del Movimiento de Regeneración Nacional: se presentó convertida en un tsunami arrollador; de grandes, e incalculables proporciones; que puso de rodillas a la partidocracia y le aflojó los pajosos a la oligarquía.
Es por eso, que la Revancha Legislativa de AMLO y su Batería de Reformas Constitucionales:
Son una poderosa razón, para que Juan Pueblo; después de muchos años de sometimiento y empobrecimiento; ¡ahora que tenemos un Presidente nuestro! Llegado el momento:
Se vuelque a favor de Morena; para hacer Presidenta de México a Claudia Sheinbaum, y ganar el congreso con Diputados y Senadores de Morena.
Para pagarle al Presidente Andrés Manuel López Obrador; con la misma moneda, para pagarle su entrega a favor de los pobres; para corresponderle con amor:
¡Juan Pueblo entero, como si fuera uno solo! Debemos concederle los 33 millones de votos: Que significan el anhelado plan “C”.
¡VAMOS POR LA CUARTA OLA ELECTORAL!
¡AVANTI POPOLO!