Culiacán, Sinaloa, 18 de septiembre 2023.
En los últimos 60 años, los gobernantes de Sinaloa, solo dos han merecido ser reconocidos por el pueblo de Sinaloa; por su desempeño, periodo: 1957-1962, el General Gabriel Leyva Velázquez y el señor Alfonso Genaro Calderón Velarde, periodo: 1975-1981, se distinguieron por ser honrados, no robaron, ni tuvieron escándalos que los mancharan; impulsaron el progreso del estado en los diversos rublos.
Y algo especial, ambos se distinguieron por el empuje que dieron a la cultura y las artes.
El General creó obras importantes para embellecer los pueblos y ciudades, en Culiacán construyó el parque Constitución, con canchas deportivas, alberca, zoológico, museo, biblioteca, teatro acústico al aire libre, jardines y arborización, conformó la banda sinfónica del Estado y promovió el arte por todos los municipios.
Don Alfonso, mandó construir el palacio de gobierno estatal más hermoso y grande que permanece imponente, creado con un sistema y materiales que requieren poco mantenimiento, eso mismo realizó por todo el estado con oficinas modernas para los 18 municipio.
En Culiacán, además de un gran teatro con instalaciones para las diversas disciplinas del arte, oficinas, restaurante-café, biblioteca, extendió esto mismo a todos los municipios de acuerdo a sus necesidades, y durante su sexenio se restauró la orquesta sinfónica que había sido desmembrada por un gobernante ignorante y corrupto, e impuso un programa permanente que difundir el arte, la cultura y los oficios por todo el estado.
Ambos personajes, uno por ser militar y otro un rústico obrero, no tuvieron estudios académicos, es más, el obrero no alcanzó ni la primaria; pero los dos tuvieron la inteligencia natural y el entendimiento de que para gobernar un pueblo, sólo se necesita ser honesto y profundamente humano para aplicar los recursos y la justicia con claridad.
El Gobernador de nuestro Estado, Lic. Rubén Rocha Moya, está logrando avances muy notables para nuestra entidad, ha establecido una conferencia de prensa que ha denominado como La Semanera.
Los lunes de cada semana de 9 a 11 horas expone un recuento de sus actividades, pero, y que bueno que siempre hay un pero, responde a preguntas de los representantes de diversos medios de difusión.
En tales cuestionamientos da a saber sobre la diversidad de asuntos que atiende a favor del pueblo.
Este ejercicio favorece mucho la transparencia en todas sus actividades, en especial cuidar con celo que no haya actos de corrupción. Y además, atender con rapidez y eficacia todas las necesidades y problemas inherentes al ejercicio de un buen gobierno.
En la semanera de hoy, refirió sobre un asunto que mortifica y ofende a los sinaloenses: los descarados actos de corrupción que el rector Jesús Madueña Molina y un grupo incondicional de funcionarios, están socavando los recursos de la Universidad Autónoma de Sinaloa, UAS.
Esto ha venido ocurriendo desde el año 2005, cuando Héctor Melesio Cuén tomó las riendas de la UAS y no las ha soltado porque ejerce poder político y económico coaptando a los diversos rectores a los que ha impuesto, controlando además a funcionarios, empleados y maestros, todo amparado con los dineros de la misma universidad.
El Partido Sinaloense, PS, lo formó en el seno de la universidad y lo sostiene con los dineros de la institución con el avieso fin de sostener el poder político para defender con fuero sus tropelías. Todo esto es del dominio público, porque al negarse a ser auditados, se les demandó.
El caso está en la Fiscalía General del Estado –FGE-, con las pruebas de un sinfín de fraudes.
El pueblo de Sinaloa espera se haga justicia y se realice un saneamiento en la UAS, nuestra máxima casa de estudios lo requiere para que se cumpla con el objetivo: preparar a los jóvenes para su superación personal que repercute en una mejor sociedad.
El ciudadano Gobernador se aplica con los preceptos de: No Robar, No Mentir, No Traicionar de nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, respalda las demandas de los ciudadanos; tiene confianza en que las autoridades han de investigar a fondo para que los maleantes sean llevados ante la justicia; y los estudiantes, maestros y trabajadores cumplan sus objetivos sin presiones nocivas.
