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El populismo en la mayoría de los gobiernos que lo practican; no hace su presentación en sociedad de manera sorpresiva: el populismo: siempre se presenta precedido de grandes alharacas, se anuncia con grandes aspavientos y con demasiada anticipación.
El populismo y sus efectos, tiene su poder y su fuerza de sustentación en la base social, en las masas; y lo origina la desigualdad en el reparto de los bienes y servicios.
La falta de equidad llega a ser tan grande, que; urge a los gestores sociales; a buscar soluciones oportunas; y obliga a los políticos de la elite gobernante, a asumir la responsabilidad de valorar la irritación que se manifiesta en los pobladores y; a medir el grado de explosividad, latente en los grupos más radicales del conjunto social:
Con el inteligente propósito de que no llegue a convertirse en un movimiento armado; porque siempre será preferible conservar la tranquilidad y las riquezas acumuladas, a cambio de entrar en negociaciones, con los grupos inconformes y ceder de manera gradual, conveniente y temporal: el poder…
Por un lado, las carencias de los trabajadores del campo y de la ciudad; a saber: mala alimentación, vivienda precaria, rezago educativo; falta de acceso a los servicios de salud; inseguridad pública; y por el otro:
El acaparamiento de los bienes; la manifiesta abundancia y la exagerada riqueza en las clases acomodadas; en combinación con una conducta presuntuosa; que llega ser soberbia y discriminatoria:
Son el caldo de cultivo donde se incuba la injusticia y se fermenta la desigualdad; entre seres que debieron nacer iguales; formarse y vivir en paz; con criterio de grupo, siendo miembros de una sociedad fraternal, que piense y se comporte como lo que somos: un sola especie sobre la tierra…
En cambio, así como el capitalismo, se manifiesta habitando lujosas y grandes mansiones, vistiendo fina ropa de marca; viajando con chofer en autos caros, celebrando grandes fiestas, con música en vivo; ofreciendo opíparos banquetes, gozando de buenos vinos y placeres; con sus fábricas y sus grandes extensiones de tierra, con ricas plantaciones agrícolas: pero sobre todas esas manifestaciones de riqueza, de avaricia y ambición; está la actitud de los pudientes:
Que va desde la indiferencia; pasando por el abuso, hasta llegar al hiriente y ofensivo despotismo con los pobres, a quienes ven como servidumbre y con desprecio.
Y si el capitalismo; que es riqueza, algunas veces mal habida, y despotismo por placer: teniendo todos los recursos a su alcance; no puede ocultar su cara insultante y ventajosa:
Mucho menos puede el populismo que es pobreza; ocultar su cara de necesidad; salir a la calle vestido con harapos y desteñida ropa de segunda.
El populismo habita por necesidad en feos y viejos edificios multifamiliares, y bajo protesta, en viviendas modestas de mala calidad, y en pequeños departamentos adquiridos a crédito, el más jodido; vive sin nada que perder; a punto de la rebelión, en chozas y pocilgas.
El populismo=pobrerío se alimenta con granos transgénicos, embodegados y caducos, se avitualla con abarrotes de oferta y se nutre de carnes congeladas, condimentadas y adobadas para evitar su descomposición; y las acompaña con bebidas gaseosas, teñidas y azucaradas con edulcorantes artificiales.
Sus placeres son las caminatas familiares por las riberas del rio y el paseo dominical por las plazuelas.
Sus fiestas se amenizan con sonido de minicomponentes y se llevan a cabo en los patios de las vecindades o en las calles del barrio. Desde luego que también beben, y bien; todos los fines de semana se toman sus caguamas banqueteras.
También tienen una actitud cabrona; en su controlada impotencia; el populismo es rencoroso y pendenciero; su envidia se alimenta de fantasías y quimeras.
No puede ocultar el descontento.
Siempre tiene quien le pique la cresta, quien le explique a que se debe su jodidez; cuáles son las causas y lo que es peor: quienes son los responsables y, por supuesto: el cómo rebelarse, y por qué no debe conformarse, y menos aún debe allanarse; ante el agravio y la afrenta que le causa el despotismo.
