Ayer a las 18:00 horas asistí a la conmemoración del Centenario del asesinato del General de División Francisco Villa. El evento fue en el Congreso del Estado, organizado por los mismos congresistas.
Fue un encuentro con el Revolucionario del pueblo, así nos lo hicieron sentir los expositores: Dra. Elizabeth Moreno Rojas, Dr. Saúl Alarcón Amézquita y Dr. Samuel Ojeda Gastelúm, quienes hicieron gala de una narrativa fluida con chispas anecdóticas, pero sin perder el contexto principal:
Darnos a conocer las importantes causas que cincelaron la recia personalidad de El Centauro del Norte, quién demostró ser un guerrero con ideales a favor de los explotados y desfavorecidos, detestados por los dueños del dinero y el poder; en aquellos tiempos, comandados por un tirano como lo fue Porfirio Díaz García.
El final del programa fue a cargo del diputado Feliciano Castro. Antes de expresar la clausura, pidió a la concurrencia, en especial a escritores y cronistas, que hagan lo posible por hacer cambiar el nombre de la avenida más famosa de la ciudad, conocida como “La Álvaro Obregón”.
Y en su lugar coloquen el seudónimo de “Pancho Villa” usado por José Doroteo Arango Arámbula, o el nombre del General Rafael Buelna Tenorio; pues el sonorense, junto con su coterráneo Elías Calles, siempre manifestaron odio hacia pretensos candidatos presidenciales de origen Sinaloense.
Muestras de aquello, sucedió por órdenes de ambos; el General Ángel Flores Camacho fue candidato a la presidencia de México, y el 31 de marzo de 1926 fue envenenado en una comida a la que fue invitado por simpatizantes de su campaña en un hotel de esta ciudad.
Y el General Francisco R. Serrano, fue salvajemente asesinado el 3 de octubre de 1927 por un comando militar al mando de Claudio Fox, tenía que ser una hiena.
Esto fue en compañía de amigos y periodistas que habían acompañado a Cuernavaca al mártir a un acto proselitista en pos de la presidencia; el dato es inexacto, pero se cree que fueron entre 15 y 20 personas masacradas en un paraje cerca de Huitzilac.
Al estilo de bestias sin escrúpulos, después de muertos, los despojaron de sus pertenencias y llevaron los cadáveres ante los chacales que certificaron la infamia.
Esta es una razón más que justa para promover desaparezca el nombre del chacal Obregón de nuestra avenida más importante.
Sin restarle mérito a mi General Pancho Villa, estimo que el nombre debe ser el de mi General Sinaloense Rafael Buelna Tenorio; tiene méritos, siendo un joven militar, hizo carrera en la lucha, pero también demostró ser inteligente y justo. Indultó de morir fusilado, nada menos que, a uno de los más grandes y reconocidos presidentes de México: General Lázaro Cárdenas del Río.
Al que había derrotado en un enfrentamiento, pero como el General resultó herido, lo indultó y envío a Guadalajara para su curación.
Rafael Buelna Tenorio, fue el General más joven de la Revolución Mexicana, grado que alcanzó a los 19 años de edad. Murió luchando el 23 de enero de 1924 en la toma de Morelia.
Fuente de información: wikipedia
