El Partido Acción Nacional nació de los rescoldos de la sublevación que encabezó el General Cristero Saturnino Cedillo que en 1938 defeccionó del régimen del General Lázaro Cárdenas por estar en contra de las políticas nacionalistas y reivindicadoras del pobrerío, de la educación socialista, de la defensa del petróleo y del reparto de las tierras:
El PAN es el partido de la reacción.
El PAN no es un partido de masas; es un partido elitista: siempre han presumido que son un partido de cuadros.
El PAN, es un partido que ha perdido su Inspiración Doctrinal por lo que ellos dieron en llamar el bien común; y que hoy, por los negocios que han hechos a la sombra del poder:
Es el tren en el que viaja una pandilla denominada El Cartel Inmobiliario.
El otrora partido acción nacional ya no existe como tal.
Luego entonces es correcto decir:
Que sus dirigentes se han convertido en una asociación delictuosa que persiguen fines particulares y que no se detienen ante nada, que no tienen ninguna clase de escrúpulos políticos ni morales.
Carecen de un proyecto político que sea capaz de súper la debacle política y social en la que están metidos desde el sexenio de Felipe Calderón, y que desde entonces, solamente han perdido la esencia y los fundamentos políticos para convertirse, como todos sabemos, en una asociación de mafiosos que persigue intereses de un grupo.
Hace dos décadas que el pueblo ha dejado de ver al partido como una agrupación de interés general, y sus cuadros dirigentes han hecho un estercolero de su principios políticos y de la plataforma donde se congregaban a sumar ideas y proyectos de lucha en pro del bien común; que era la base de sus lanzamientos políticos y desde llamaban a los ciudadanos a sumarse a su lucha, para conquistar el poder y desde ahí; con las ideas de una derecha moderada:
Poder llevar a cabo sus proyectos de clase dominante pero con principios de justicia; y poder crear fuentes de trabajo para abatir la desocupación y la pobreza.
Ahora el voto duro del pan proviene de un padrón envejecido y con muy pocas motivaciones, que ya no se entusiasma para salir a pedir el voto a los amigos ni a los vecinos.
Los militantes del PAN se sienten avergonzados de sus dirigentes; y por otro lado, al PAN le ocurre algo sumamente preocupante, que es la migración de sus inconformes, que rápido encuentran cabida en el Movimiento Ciudadano:
El PAN Naranja, que ha crecido proporcionalmente a la debacle panista, porque quienes se fueron, ya no desean regresar a un partido que todos los días da motivos de bochorno.
Los dirigentes del PAN perdieron el rumbo, pero lo que en verdad es de una gravedad intolerable; es que perdieron también la honestidad política y se abandonaron en brazos de la corrupción para satisfacer sus ambiciones desmedidas y ahora; son una pandilla de facinerosos capitaneada por un pillo; por un gángster llamado Jorge Romero Herrera cuyo nombre está asociado a un adjetivo calificativo: c o r r u p t o
¿Con qué cara saldrán el 2027 a pedir el voto ciudadano?