Y, ¿por qué no decirlo? algunos analistas de los medios nacionales ven como un alarde de audacia y de habilidad por acreditar; por parte de la Dra. Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México, para el periodo 2025 2030:
El hecho de iniciar el match con el Concejo Coordinador Empresarial, que representa a su más formidable adversario por ser el sector económico, el empleador y explotador humano más poderoso y despiadado, que es sin duda alguna, la oligarquía nacional y extranjera que opera en México.
Match que presumiblemente durará seis largos años y que hoy, al hacer la apertura de la primera escaramuza del ajedrez político; lo hiciera en modo abierto con un gambito clásico:
[Peón a cuatro rey, seguido del alfil cuatro alfil, que es la primera línea ofensiva defensiva].
Justo donde los contrarios se ven las caras; valoran su táctica, miden sus fuerzas y deciden a quién presentar primero: si a sus embajadores o a sus coroneles.
A Marcelo Ebrard es difícil imaginarlo como un coronel en el sentido estricto del término. Por lo tanto, solo podría ser presentado a la Elite Empresarial como un embajador.
Sin embargo, la táctica inicial del plan general de largo plazo queda planteada con este primer engaño:
Mostrárselo al contrario como un gambito, a sabiendas de que es su propio favorito; prisionero en su propia trampa que es hoy el secuestro político voluntario, en aras de su ambición y ansias de poder.
Con él posicionado al frente; les ha ganado por momento el centro de la atención, frenando en el centro del tablero político a aquellos que creen que por derecho de casta les toca jugar con blancas y por ende, llevar la iniciativa.
Y es así como ha quedado planteada la táctica del engaño que a decir verdad: no ha engañado a nadie.
Marcelo Ebrard Casaubón es un político de fina personalidad y maneras delicadas.
Formado en las filas del otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional, heredero y continuador de las causas revolucionarias, que por su longevidad y permanencia en el poder llegó a caer en las garras de los cachorros de la revolución; y ellos lo convirtieron en una mafia de políticos voraces y ladrones, que llegarían a formar la poderosa y representativa clase neoliberal mexicana.
Marcelo fue miembro de esa clase y llegó a ocupar muy buenas posiciones y cargos políticos al lado de su maestro y protector; el también fallido aspirante a la Presidencia Manuel Camacho Solís, quien a su vez fue miembro fundador y distinguido del clan de Carlos Salinas de Gortari:
El más espurio y nefasto presidente que ha gobernado México, hoy en exilio voluntario gozando de sus mal habidas riquezas y en el basurero de la historia de México por ser el hampón que desmanteló la República.
Marcelo y su Protector Manuel Camacho Solís ante la debacle y la desbandada priista, abandonaron el barco y se convirtieron a la fe progresista afiliándose al hoy extinto Partido de la Revolución Democrática; y en sus filas continuaron con su racha de éxitos políticos:
Camacho fue Senador de la República y Marcelo Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Ahora Marcelo el neoliberal convertido en progresista, de sobra conocido por propios y extraños, que a pesar de sus jugadas erráticas; sigue siendo miembro distinguido del partido Morena:
Ha sido presentado ante los medios de comunicación y ante el poderoso petit comité de los empresarios, por la Dra. Sheinbaum Pardo, Presidenta electa de México:
Como el próximo Secretario de Economía de su gabinete.
Es decir: como el alfil de reina en materia económica y su representante ante ellos.
Posición que por ahora es el centro del tablero de la política empresarial del nuevo régimen y, el escenario ideal para un personaje que gusta del protagonismo.
En el entendido tal vez de que los impulsos del flamante secretario y sus ansias de notoriedad lo llevarán más temprano que tarde a reunirse con los suyos, para planear y consolidar su futuro político; y cómo si ella intuyera de antemano:
Que él es la pieza de su gabinete que va a sacrificar primero.
¿Lo estará engordando pal cuchillo?
