No me gusta hacerle al profeta; pero los últimos acontecimientos criminales, algunos de ellos de lo peor, como puede ser el homicidio a mansalva, a unos cuantos días en que iniciaron las campañas de las candidatas a la presidencia de la república, y candidatos y candidatas a ocupar escaños y curules en el Congreso de la Unión; gubernaturas y presidencias municipales en la mayor parte de la república; indican que la oposición, apoyada por el conservadurismo nacional e internacional, tanto político como oligárquico, está dispuesta a todo:
Incluso a aplicar el lawfare, término que se utiliza para legalizar la persecución judicial a políticos, basada en intereses espurios y no en el imperio de la justicia.
O, dicho en términos sencillos: Golpe de estado basado en leyes anti patrióticas, que nuestra Suprema Corte de Justicia (¿?) no tendrá empacho alguno en apoyar.
No solo para ganar la presidencia, sino también para eliminar constitucionalmente todos los logros sociales obtenidos durante el actual régimen del licenciado Andrés Manuel López Obrador, para dejar inconclusas la obras a las que, principalmente por la pandemia, no se puedan concluir antes del término de su sexenio, o, en el peor de los casos, destruirlas; como muchas veces ocurrió en los regímenes pasados,
Relacionar toda la infraestructura que en tan poco tiempo este hombre excepcional ha realizado sin endeudar más al país, sino que, por el contrario, redujo en gran medida la deuda externa, sería demasiado largo.
Máxime, si se toma en cuenta, que lo ha hecho sin imposiciones o ilegalidades, de manera pacífica y, sobre todo, sin coartar la libertad de manera alguna; sino que, en lo que se refiere a la libertad de expresión, ha permitido, más que críticas, calumnias y hasta insultos groseros a su familia; sin que haya habido reacciones represivas de ninguna especie, y la máxima defensa contra estos infundios haya sido el derecho de réplica.
Pero en todos los bastiones conservadores incluyendo a la muy Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, pues muchos de sus sacerdotes, siguiendo la línea de sus altos dignatarios, han expresado en los púlpitos, sin vergüenza alguna, que hay que hacer todo lo posible porque MORENA no continúe en el poder y, aún más, que no tenga la mayoría en el Congreso de la Unión.
¿A qué se debe eso? A la razón muy sencilla de que todas las instituciones de derecha ya sean empresariales, políticas o religiosas, se han dedicado, desde la época de la colonia, a explotar la pobreza, porque su explotación resulta un gran negocio, pues, aunque pueda parecer contradictorio, los pobres, mientras más sean, son en conjunto los que más contribuyen a enriquecer a la iglesia católica y a sostener y enriquecer también a los empresarios explotadores.
Durante el régimen de López Obrador se ha iniciado una serie de grandes obras de infraestructura económica: Es decir, ha creado un conjunto de obras públicas, instalaciones industriales y turísticas, sistemas educativos y redes de comunicación e hidráulicas que han permitido que el país y sus comunidades más pobres, hayan avanzado lo que no habían progresado desde que México se convirtiera en un país independiente.
Por eso es necesario que sus sucesoras y sucesores, en todos los niveles de gobierno, sean fieles convencidos de la CUARTA TRANSFORMACIÓN y, continúen su obra y la amplifiquen, hasta lograr que las ya recién creadas, y las que estén por crearse, lleguen a producir grandes ingresos al erario, para que pueda continuar y aumentar la infraestructura y la obra social tan necesaria para que México siga progresando hasta convertirse en un país que abandone el subdesarrollo producto de la corrupción, que convirtió a los pasados sexenios en verdaderas fábricas de multimillonarios.
Estoy consciente de que se darán, como ya se han dado, execrables traiciones. También estoy convencido de que existen millones de ignorantes que solo se interesan por ver y escuchar a los que denuestan y calumnian la obra Lópezobradorista. Y hago hincapié en que solo ven y escuchan, porque son incapaces de leer, quizá porque no tienen para comprar pasquines como El reforma, El universal y El financiero; o quizá porque son analfabetas funcionales.
Sin embargo, según las más diversas encuestas, existe, más o menos, un 39% del padrón electoral, que lo constituye personas que se declaran indecisos de votar por MORENA, se sobreentiende, porque no han de querer votar por la única otra alternativa: La del robo al erario, la de la represión y la de ser tratado como un ser inferior, por un burócrata, ante cualquier instancia de gobierno.
Esos mexicanos, no sin razón, tal vez teman que, si se le da todo el poder a un solo partido, existe el riesgo de que el sistema se convierta en una dictadura, circunstancia muy posible como ocurrió cuando el PRI no tenía ningún tipo de oposición, y senadores y diputados solo interrumpían su dormitar para levantar la mano y aprobar todas las iniciativas del Jefe del Ejecutivo en turno.
En cuanto al Poder Legislativo, ni se metían en lo que decidiera el Legislativo. Simplemente exoneraban, es decir le quitaban el peso de la condena al rico CULPABLE, y se la cargaban al pobre, aunque fuera INOCENTE..
No obstante, hay que reconocer que esos ciudadanos indecisos son inteligentes, pero tal vez no sepan, o lo supieron y lo han olvidado, que López Obrador también ha propuesto el antídoto:
EL QUE, CONSTITUCIONALMENTE, JUECES, MAGISTRADOS, MINISTROS Y FISCALES GENERALES, TAMBIÉN SEAN ELEGIDOS POR VOTACIÓN POPULAR Y, DE SER POSIBLE, HASTA JEFES DE LAS POLICÍAS ESTATALES Y MUNICIPALES y, si no dan el ancho, QUE LA REVOCACIÓN DE MANDATO TAMBIÉN LES SEA APLICADA A TODOS ELLOS
Y lo anterior, la revocación de mandato, también aplicaría a los funcionarios federales de cualquier instancia.
Pero, para que lo anterior suceda, no solo es necesario que MORENA obtenga la mayoría calificada.
Se hace imprescindible que esa mayoría sea abrumadora, de manera que las poderosas fuerzas conservadoras, no solo de México, sino también de las internacionales, no se atrevan a intentar cualquier añagaza, es decir, treta o argucia, para desvirtuar los resultados de las elecciones del próximo 2 de junio.
Y esto se logrará si por lo menos el 40% de los indecisos optan a votar por MORENA.
Solo así México seguirá siendo soberano, pero sobre todo independiente.
Porque la independencia real solo se obtiene, tanto a nivel individual como nacional, si todo el pueblo, comenzando por los que ahora son pobres y muy pobres gozan de una economía fuerte.
De lo contrario, seguiremos sufriendo el sometimiento, por la fuerza, de las élites económicas.
Si estás de acuerdo, difunde y comparte, y, si no, no temo escuchar tus razones.
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