“Él Tlatoani”: que en náhuatl significa el que habla; “El Gran Orador” “El Gran Gobernante”; era quién ejercía el poder en toda la nación del México profundo; aun cuando en cada territorio había un gobernante: era costumbre que él Tlatoani gobernara hasta el día de su muerte”
“Presidente no te vayas, tú con votos vencerás: tus palabras valen más; ¡que el humo de cien batallas!”
Y Rubén Rocha Moya, el Gobernador del Estado de Sinaloa; no hizo otra cosa que decir lo que ya todos estamos pensando [nosotros con amor y los conservadores con odio] pero Andrés Manuel López Obrador solo esperará a septiembre para irse.
Estamos asistiendo desde ahora, a lo que después recordaremos con nostalgia; como una larga y entrañable despedida.
Nuestro Gober, no cometió ningún lapsus, ni fue tampoco un exabrupto él suyo; se limitó a expresar espontáneamente el sincero anhelo de todo un pueblo mexicano y que es el “No se vaya señor presidente”.
Yo les aseguro; que atreverse a decir lo que ya las mayorías están pensando; es tener una gran virtud:
Es tener la virtud de comprender a la gente y acertar en sus sentimientos; es asumir un liderazgo genuino y natural; es tener el valor de hablar por todos; para desahogarnos del peso legal de la no reelección que amordaza nuestra mente, contiene nuestros ímpetus y entristece nuestro corazón:
Tan solo de saber que nuestro líder declara concluida su tarea y ya se marcha; y en el presagio de la orfandad política; alguien tenía que sacar la casta; para encarar a nuestros eternos adversarios; los conservadores, que despechados por saberse condenado a perder las elecciones presidenciales del 2 de junio; ya se muestran más altaneros y desafiantes que nunca.
Porque otro Andrés Manuel; que proteja a los pobres como él; que sin disparar un solo tiro derrote a la oligarquía, y que haga valer nuestro derechos sin destruir a nadie; que nos devuelva la parte de país que nos corresponde; que nos devuelva la esperanza y le dé certeza a nuestro porvenir…
Podría tardar otros cien años en volver.
Sé que me dirán; que ya tenemos a Claudia Sheinbaum, para que vele por nosotros y que como buena mujer y luchadora incansable; sabrá continuar con la Cuarta Transformación; cosa que yo sé de antemano; pero no hay nada mejor que nuestro gobernador saque la cara y la casta como lo ha hecho, al manifestarse con madurez, autoridad moral y sencillez, para demostrarle al Presidente Andrés Manuel; cuanto se le quiere y se le respeta en Sinaloa.
