Culiacán, Sinaloa a 2 de enero de 2024
Empiezo por desearles a todos un venturoso, febril y feliz año 2024. No sin dejar de lado que eso dependerá de lo que cada quien haga a favor para que así sea.
Nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, -AMLO-, terminó el año 2023, como se dice: “a tambor batiente”, es decir dándole macizo a la chamba, y los resultados no pueden ser mejores para el país.
Se siente cómo que vamos dejado atrás la podredumbre en la que nos estuvieron hundiendo los gobernantes, funcionario y empresarios corruptos, aquellos que se sintieron los dueños de México.
Sin embargo, todavía falta largo trecho para consolidarnos como una nación enteramente salvada de aquellas malas costumbres; no podemos cerrar los ojos ante la evidencia de que en la clase política existen muchos, por desgracia, que todavía siguen con la idea de que los puestos de mando son oportunidad para robar y servirse, y no para servir y hacer historia que los dignifique como gobernantes o funcionarios al servicio de la patria.
No es necesario, ni tampoco posible, que cite aquí ejemplos que certifiquen las razones de mi decir. Solo hay que ver a su alrededor y se darán cuenta; diariamente se destapan casos de mercachifles, politiqueros y politiqueras que muestran el cobre.
Es por eso que los que verdaderamente están convencidos, y además tienen la vocación de servir, fortalezcan sus convicciones y no permitan que esa gentuza tenga la oportunidad de truncar los avances de la 4ta. Transformación.
Consideren que tienen el respaldo de un pueblo que está dispuesto a luchar por lo hasta ahora logrado. Es mucho, pero no lo suficiente.
Falta sacar de este nuevo régimen, a las lacras del Instituto Nacional Electoral, INE, Supremo Tribunal de Justicia de la Nación, STJN y miles de farsantes y malos funcionarios que se aferran en seguir robando, medrando no solo con el fin de tener dinero de sobra, sino lo peor, no quieren que México sea un gran país; son auténticos traidores, sin escrúpulos traidores a la patria.
Y, POR EL BIEN DE TODOS, PRIMERO LOS POBRES.
