Decir que un gobierno legítimo, emanado de las urnas electorales como la 4T es una dictadura; es tanto como teorizar sobre la tiranía de las mayorías.
Provoca risa e invita al sarcasmo, porque la palabra ironía no alcanza para expresar semejante disparate.
Se trata sin duda de una confusión mental colectiva o de una incontinencia discursiva de la menguada oposición Priista empanizada y del Pan Naranja conocido como Movimiento Ciudadano, que no es otra cosa que un reservorio de descharchados por las pugnas políticas opositoras.
Frase:
“La ironía de decir que la democracia es dictadura; es tanto como el sarcasmo de teorizar sobre la tiranía de las mayorías.”
Vamos a descomponer las frases para ver su trasfondo y entendernos mejor.
¿Qué es la ironía y el sarcasmo en este contexto?
Ironía: decir lo contrario de lo que se piensa, de forma sutil o indirecta, a menudo para criticar.
Sarcasmo: una forma de ironía, pero más mordaz o burlesca, con intención de ridiculizar o provocar.
Parte por parte
1. “La ironía de decir que la democracia es dictadura”
Esto es una crítica a quienes llaman “dictadura” a un sistema democrático solo porque no les gusta el resultado (por ejemplo, perder una elección).
Sin duda es Ironía, porque una dictadura es precisamente lo opuesto a una democracia:
Donde no hay participación libre, ni pluralismo, ni derechos garantizados.
Decir que una democracia es dictadura:
Es ignorar lo que verdaderamente significa una dictadura.
Es reconocer que cualquier poder con autoridad es ilegítimo si no favorece a quien lo dice.
2. “Es tanto como el sarcasmo de teorizar sobre la tiranía de las mayorías”
Esto refiere una crítica común a la democracia: que cuando la mayoría decide, puede terminar oprimiendo a las minorías (“tiranía de la mayoría”).
Sin duda es un sarcasmo, porque llevar esto al extremo implicaría que cualquier decisión mayoritaria es injusta, lo cual niega la lógica misma del sistema democrático.
¿Qué quiere decir todo junto?
Que hay un punto donde ciertas críticas a la democracia dejan de ser razonadas y se vuelven absurdas o contradictorias:
Llamar “dictadura” a una democracia es irónico porque invierte el significado real de ambos conceptos.
Y criticar la democracia por la “tiranía de las mayorías” puede volverse sarcástico si se lleva al extremo de decir que ninguna mayoría puede gobernar sin ser opresora.
En resumen: La frase revela lo absurdo de tergiversar conceptos políticos para atacar un sistema democrático cuando no le conviene a la clase empresarial siempre minoritaria.
Pero sus defensores, los intelectuales orgánicos, auténticos sofistas plumiferos de la sin razón, aduladores y acomodaticios, explotadores usufructuarios del ardor que produce la derrota electoral, especialistas en sacar provecho interpretando y publicando el despecho político de los perdedores; recurren a cualquier argumento por erróneo o contradictorio que parezca con tal de sacar ganancia.
Por eso es que han dado en confundir democracia con dictadura y mayoría con tiranía.
Por eso es que resulta útil disertar sobre estos términos tan comunes, a pesar de saber que la población mexicana, conoce el discursos de esos intelectuales “críticos” de la Cuarta Transformación y de cómo intentan seguir manipulando con exageraciones retóricas.
Y sabemos que es preferible el uso de la ironía y del sarcasmo cómo arma defensiva ante sus muestras de ardor y de despecho, llamando “Dictadura” a un gobierno legítimo y “Tiranía” a la unidad popular de Morena que los ha derrotado en toda la línea de manera pacífica y sin salirse de los parámetros legales.