¡AVANTI POPOLO! ¡LOS DIABLOS DE MORENA QUEMAN POLVORA EN INFIERNITOS!

Resultan verdaderamente corrosivos para la vida interna del partido y le restan autoridad moral.
POSADAS RECTANGULAR

No es que yo ande diciendo que Morena, el partido político de todas mis simpatías esté convertido en un polvorín ni mucho menos:

Pero a fuerza de ser autocritico, resulta de elemental objetividad reconocer que a su interior están ocurriendo incidentes que sacan a relucir animosidades inoportunas y politiquerías que acusan un fondo perverso de algunos de sus principales cuadros, las pifias políticas de otros que ya gobiernan; más los aceleres que son baratijas del futurismo político:

Resultan verdaderamente corrosivos para la vida interna del partido y le restan autoridad moral para impulsar el proyecto de la construcción del segundo piso de la 4T.  

Y son precisamente éste conjunto de hechos innegables que ya son del dominio público, el implacable golpeteo político y el incesante fuego amigo, los que dan lugar a pensar que nos encontramos ante los signos preliminares de la clásica implosión, a la que parecen estar condenados todos los grandes movimientos políticos que llegan a conquistar el poder; cuando se quedan huérfanos de su líder principal; que suele ser su eje de gravitación, su arbitro confiable en las disputas y su repartidor equitativo del rejuego interno: cómo en el caso de Morena, lo fue sin duda alguna, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.  

Si bien en el proceso de selección interna de Claudia Sheinbaum como su candidata presidencial, se dieron algunas manifestaciones y amenazas de ruptura; fueron fuegos artificiales que López Obrador supo sofocar, calmando los ánimos y llamando a una negociación que desactivó las amenazas de conflicto y puso a todos a competir generando un activismo que colocó en la percepción de los mexicanos, a la cuarta transformación como la mejor opción de gobierno y a su partido, Morena cómo la única expectativa de continuidad del régimen de bienestar.

El acuerdo alcanzado por López Obrador con todos los aspirantes presidenciales de la “Alianza Juntos Haremos Historia” fue una verdadera joya de la negociación política; la fórmula de la propuesta fue en si misma convincente: [Nadie lo perdería todo y nadie lo ganaría todo] 

Los aspirantes que contendieron fueron seis; Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Gerardo Fdez. Noroña, Ricardo Monreal A. y Manuel  Velasco.

El primer lugar en la encuesta sería: EL Candidato Presidencial. El Segundo: Líder del Senado. El Tercero: Líder de la Cámara Baja. Cuarto, Quinto y Sexto: serían Senadores y/o Secretarios de Estado”.

Cabe decir que muchos cuadros importantes ya se habían adelantado a asegurar su parte convirtiéndose en poderosos gobernadores de sus estados; y ni qué decir de una nueva hornada o generación de Senadores y Diputados Federales que serían reelectos por obra y gracia de la gran popularidad y alta aprobación del fundador de Morena; que terminó su mandato reconocido como un gran estadista.

Fue así como Andrés Manuel López Obrador entregó el poder a un grupo de políticos comprometidos con la continuidad de un proyecto social, y no todo a una sola persona.

Todos ellos seguirían siendo poderosas cabezas de grupo y gobernarían como una poderosa alianza capaz de seguir combatiendo con firmeza la corrupción y con el talento suficiente para sacar adelante el régimen de bienestar.

Recordemos que al término de aquella breve precampaña; se celebró la encuesta principal y sus resultados fueron cotejados con encuestas espejo, realizadas por encuestadoras confiables propuestas por cada uno de los contendientes; mecanismo aprobado por todos.

Ganó la hoy Presidenta Claudia Sheinbaum y los demás aspirantes quedaron en el orden antes descrito.

Hubo un inconforme [Marcelo Ebrard] que le dio de patadas al pesebre, pero terminó alineado y se le respetaron todos sus derechos y no hubo ruptura.

Estamos en una nueva etapa del proceso de regeneración del tejido social y se está cumpliendo los propósitos de la Cuarta Transformación y la Revolución de las Conciencias está en marcha y ya ha rendido sus primeros frutos:

El Pueblo cumplió su parte otorgándole 60 millones de votos y la mayoría calificada al Partido de López Obrador, y podemos contradecir con hechos a los que afirman que la nuestra, es una “Revolución Imaginaria”y que ¿“nuestra izquierda es de carácter confesional”?

¡Que digan misa, pero entraña un humanismo ejemplar!

Regresando a las animosidades y politiquerías:

El pleito casero de Adán Augusto López Hernández líder del Senado que acusa de corruptelas y “negocitos” a Ricardo Monreal líder de los Diputados, cuyo fondo no logra esconder varios propósitos; el primero, cobrar venganza por la extinción del fideicomiso de mil millones de pesos que era un guardadito del Senado; y segundo, exhibir a Ricardo Monreal como corrupto; y a la vez cobrarle el viejo agravios por la traición cometida en las elecciones intermedias del 2021 en las qué Morena perdió la mitad de la CDMX con el propósito de opacar el gobierno de Claudia Sheinbaum, hoy presidenta de México.

Tercero, hostigarlo para que de una vez por todas reabran el juicio de desafuero de Alito Moreno, estancado en la cámara de diputados por inconfesables razones y Cuarto; tal vez con la peregrina idea de Adán Augusto inducido y apoyado por Fernández Noroña, de influir para que Morena le revoque a Monrry su liderazgo en la Cámara de los Diputados o por lo menos disminuirlo para mantenerlo bajo control, cómo lo mantuvo López Obrador cuando lo congeló y despersonalizó como jefe del Senado.

Y si de pifias políticas se trata nomás hay que ver el nombramiento del ex presidiario José Luis Lavalle Maury como nuevo Secretario de Desarrollo Económico del Gobierno de Layda Sansores en el Estado de Campeche.

Si eso no es una franca provocación a los postulados del tríptico moral y político de Morena que incluye el no traicionar:

Entonces yo no sé lo que en política podría significar.       

Tampoco es casualidad el activismo desatado por el Diputado Plurinominal y Vicecoordinador del grupo parlamentario de Morena Alfonso Ramírez Cuellar en pro de crear una nueva plataforma política Construyendo el Segundo Piso “CSP 24-30” por sus siglas, con 38 mil comités en el país, que será una fuerza política tangencial; es decir fuera de Morena, con el avieso propósito [toda vez que los Estatutos de Morena prohíben la creación de tribus al interior] de fortalecer las políticas de la Presidenta Claudia Sheinbaum para construir el Segundo Piso de la Cuarta Transformación.

Recordemos: El mismo Andrés Manuel López Obrador; a propósito de los problemas, desavenencias internas y zigzagueos que Morena tenía para elegir a su nueva dirigencia; dijo en más de una ocasión en sus inolvidables mañaneras, “que si su Partido Morena se echaba a perder: él se saldría y formaría un nuevo partido”

Lo que me permite imaginar que ésta Plataforma” CSP 2430” con una vanguardia de 38 mil comités operando en toda la república, es una toma de posiciones que la Presidenta Claudia Sheinbaum considera necesario para blindar su gobierno de hipotéticas traiciones y/o intentos de coacción o manipulación política.

Por estos y muchos indicios más, se advierten signos reveladores de que al interior de Morena existe una lucha intestina de latente explosividad; lucha de facciones y de grupos que es el claro resultado del pragmatismo político, cuando se usa como arma, sabiendo que tiene dos filos.

FIESTAS POSADAS 11

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Otras noticias
Lo más leído