En una sociedad donde es necesario privilegiar la armonía, preservar la tranquilidad y la buena marcha de la cosa pública, que es el bien principal que tutela el estado: resulta necesario negociar.
Por eso debemos reconocer y aceptar que no existen las soluciones al cien por ciento.
De cara al nuevo rumbo que parece tomar el diferendo entre el Congreso del Estado y las defenestradas autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa:
Debido al nuevo acuerdo del juez de la causa penal que se le sigue al Dr. Jesús Madueña Molina y que hoy 27 de noviembre, dejó sin efecto la medida cautelar, que lo separó del cargo de rector por más de un año; medida cautelar que por cierto le fue impuesta por el mismo juez penal a solicitud de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa; por el abuso de autoridad de que hizo gala y ostentación al impedir que la Auditoría Superior del Estado ejerciera la facultad de llevar a cabo una revisión de sus archivos contables y administrativos; toda vez que aún existen, por parte del ministerio público, fundadas sospechas del uso indebido del servicio público y de la malversación de los recursos de la universidad en beneficio propio y en favor de un partido político.
Además de la sustracción de sumas millonarias de dinero amparadas con facturas sin soporte administrativo, por operaciones increíbles, (como la compra de cuarenta millones de pesos de tortillas) y por hacer grandes erogaciones de dinero en pago de estimaciones y facturas que amparan obras contratadas sin la licitación obligatoria.
Dicha negativa a dejarse auditar; fue lo que desencadenó el referido conflicto, que terminó poniendo bajo la luz de los reflectores, el manejo discrecional del dinero del presupuesto universitario, y que sometió al escrutinio de la de la opinión pública la conducta de las autoridades universitarias, poniendo en entre dicho su falta probidad.
A lo que se suma el estado de descomposición que se observa en la administración central de UAS; el grado de distorsión de la cátedra, el rampante porrismo violento y avasallador, la inmoralidad que es innegable en su vida interna y lo que es peor:
La mediocridad académica y el deplorable estado físico que guardan las instalaciones de las escuelas y facultades de la Universidad Autónoma de Sinaloa; estado al que se llegó después de padecer por 20 años el cacicazgo que le impuso el difunto cacique Héctor Melesio Cuén y una coalición de funcionarios entre los que hoy se encuentran muchos nuevos millonarios como el Dr. Jesús Madueña Molina, hoy restituido en su cargo como rector, por la extraña virtud de una proverbial suspensión condicional del proceso y que es “un mecanismo alternativo de solución de las controversias, previsto por la legislación penal que garantiza su conclusión definitiva”.
Cómo en política ni existen las soluciones al cien por ciento; quedará para otra ocasión aplicar la conseja popular de “a grandes males; grandes remedios” y el tiempo nos dirá si esto es una rendición pactada, o un sincero y voluntario arrepentimiento acompañado de la promesa de no volver a las andadas.
Por lo pronto, se han desahogado en un solo día todas las audiencias pendientes y antes pospuestas con la justificación de que los acusados presentaban signos de incontinencia o que les daba chorrillo.
Los juicios continuarán con su trámite normal y ya veremos qué suerte corren los otros funcionarios que también están denunciados, indiciados y procesados ante al mismo juzgado y ante el mismo juez penal.
Recordemos que son los mismos funcionarios que prometieron rectitud y honradez, que protestaron cumplir y hacer cumplir la ley y que terminaron poniéndose de rodillas ante un poderoso hombre que soñó con llegar a ser Gobernador del Estado.
Es por eso que hoy, al aceptar el compromiso de transitar a la democratización de la UAS, que nos ofrece el Dr. Jesús Madueña Molina; en su carácter de rector suspendido y vuelto a poner en funciones por el mismo juez penal:
Reconocemos estar ante una negociación necesaria, que busca dar salida a un grave problema social, con tal grado de explosividad:
Que compromete y pone en peligro la buena marcha de una parte muy importante de la educación superior del estado.
Sin duda es correcto reconocer, el juicio práctico y el esfuerzo que están haciendo los actores más notables de la vida pública para distender el enrarecido ambiente político.
Buenas vísperas para evitar que se enturbien los aguinaldos, las posadas de fin de año y la felicidad de la gran familia uaseña.
Y da para más…