Culiacán, Sinaloa a 13 de abril de 2023.
MEA CULPA.
Esta declaración me resulta indispensable porque sospecho, que algo pudo haber influido para que Vicente Fox Quezada, ex presidente de México, ahora convertido en simple vendedor de mariguana, haya decidido meterse al negocio animado por lo que declaro a continuación.
Fue en los primeros meses del año 2001, cuando siendo presidente Fox, lanzó una petición al pueblo mexicano: “hagan llegar ideas, proyectos que nos permitan abrir nuevos horizontes para vivir mejor”. En concreto eso daba a entender el mensaje.
Esperanzado en que cumpliría su mandato con honestidad, me puse a elaborar la idea: Con el fin de intentar controlar el avance, que en aquellos entonces, estaban teniendo los mercaderes de las drogas; sugerí que a los sembradores de mariguana y amapola, con la fuerza, inteligencia y creativa decisión gubernamental, se les organizara para que produjeran de manera organizada y segura, para así frenaran los abusos en las zonas serrana, donde por un lado, los narcos explotan a la población porque en las siembras participan las familias completas, incluyendo niños, y por otro lado, los militares también cometían todo tipo de abusos contra ellos, provocando muerte e inmigración.
No era iluso decir, que con las ingentes producciones de las yerbas mencionadas, los campesinos con el apoyo del gobierno, podrían vender a los laboratorios productores de medicinas, tanto nacionales como extranjeros, las sustancias con cuyas utilidades, se podrán realizar la reconstrucción de poblados dignos, escuelas y hasta universidades.
La respuesta del gobierno de Fox fue fría y fuera de lugar.
“Realice usted, señor Alfaro, una campaña de auscultación para que con los resultados soporte las posibilidades de éxito”.
Me mandaban al matadero.
Ahora el señor Fox, que sí pudo hacer el estudio, está produciendo mota para industrializarla de acuerdo a las modalidades gringas: para fumarla, tomarla en tés, y hasta saborearla en gallas, dulces y pastelillos.
Por fortuna, ahora nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, con la fuerza de la razón y la inteligencia, va a la raíz del problema; por eso está apoyando con proyectos como el Sembrando vida, y otros, a todas aquellas personas que vivieron marginadas por décadas, que tuvieron que abandonar sus parcelas, humildes propiedades, pequeños cotos de ganado; pero lo peor, abandonar a sus muertos y tierras; ahora están teniendo oportunidades reales, no nada más con las siembra de árboles frutales y maderables, sino que les están abriendo caminos y carreteras que les permiten mayor seguridad y oportunidades.
Y por otra parte, han rescatado el aprecio y reconocimiento a favor de las fuerzas armadas, que patrullan y vigilan para dar seguridad. Los soldados son pueblo, el pueblo los reconoce y estima.