Culiacán, 14 de abril 2025.
La frase: “tenemos intereses no amigos”, atribuida a un mandatario estadounidense, es lugar común y supuesto aceptado cuya aplicación vale para las relaciones capitalistas, en general.
Se procede conforme al descarnado interés, en la lógica de la ganancia a ultranza, donde no caben otras consideraciones.
En ese orden de ideas, hace mucho que los políticos estadounidenses tratan a México según la rentabilidad de sus posiciones, de acuerdo con sus tiempos electorales, como si fuera una simple pieza de su ajedrez político, con la que se puede hacer y deshacer.
Así han procedido desde siempre, viendo y tratando a nuestro país como el “patio trasero” de la superpotencia, el espacio subdesarrollado que ellos nos hacen el favor de soportar y que tienen el “derecho” de conducir a su arbitrio.
SON EL MISMO CUENTO
Las embestidas han venido lo mismo de republicanos que demócratas (los dos partidos más importantes) y no hay, en estricto, diferencia sustantiva al respecto, aunque de vez en vez se establecen diferencias de matiz, nada más.
Y es que con el delincuente especulador, el del ¿peinado? y bronceado ridículo, Trump, desde que asomó la cabeza se supo lo que podía venir en su presidencia.
Ha rebasado todos los límites, sin duda, y parece que seguirá si lo dejan, pero de ahí a creer que con algún otro las cosas serían distintas, hay bastante trecho. Ahí está la historia.
Sólo hay qué ver cómo, ante la pasividad y entreguismo de los gobiernos prianistas, y se quedaron acostumbrados, quieren que sigan marchando los asuntos con los “buenos vecinos”.
UNA HERENCIA PERVERSA DEL PRIANISMO
Con esa herencia perversa, las agresiones y discriminación, casi en todas partes del vecino país, se repiten sin solución de continuidad y son evidencia que ilustra una realidad que el actual gobierno mexicano debiera atender con mayor energía.
Algunas cosas están cambiando con la presidencia de Sheinbaum, pero se tiene que proceder, responder, con mayor energía.
Los oligarcas yanquis y su empleado Trump, no entienden otro lenguaje que la determinación soberana.
Reitero: con esos vulgares prepotentes, no hay más que confrontación o sometimiento.
A MATAR MEXICANOS: CRUSIUS
Ni siquiera tenía que admitirlo, no hace mucho, el neo nazi Patrick Crusius, el asesino de mexicanos en El Paso, Texas, pegado a Ciudad Juárez, Chihuahua: su objetivo era matar mexicanos, así de claro lo dijo el fan de Trump.
Una obviedad, en estricto.
Conviene recordarlo y no es el único, pues suman miles de yanquis desquiciados que desearían hacer lo mismo.
El racismo y la xenofobia, especialmente contra los mexicanos, siempre han estado presentes en aquel país y durante el mandato del delincuente ha ido en ascenso, hasta límites que aún no se asumen en su justa dimensión.
La embestida criminal hace absolutamente necesario que nuestro gobierno asuma una actitud más enérgica de la que ha venido teniendo hasta ahora.
Ya están reculando y seguirán, no tienen de otra. Ya lo verán.
EN EL TINTERO
–El terrorismo de la supremacía blanca en Estados Unidos, y también en Europa; la discriminación y el racismo; la acumulación sin medida de los dueños del dinero, en todas partes. La cosecha previsible y vienen tiempos peores.
-Una estupidez, lisa y llana: los “corridos tumbados”.
–Incivilidad e incapacidad de las autoridades, más corrupción imparable. La mezcla perversa del caos vial y la inseguridad citadina.
–En todo le ha fallado Trump al pueblo estadounidense: la mayor carestía en muchos años, inseguridad por causas locales, la guerra sigue, se desdice a cada momento, especula sin recato y más.
-En su momento, AMLO propuso que los partidos devolvieran el dinero, al menos la mitad, de las “prerrogativas” -Son miles de millones de pesos. No sucedió, ni sucederá. Negocios son negocios.
–Vandalismo y expresiones idiotas en un palenque de Texcoco porque no se cantaron narco corridos y “corridos bélicos”: la estupidez en su más llana expresión.
–Muchos problemas están ocasionando agentes de tránsito y policías sin criterio obstaculizando el tráfico, deteniendo sin razón, con prepotencia y agresividad. No entienden que la ciudadanía está harta de sus abusos.
-Seguirán así, mientras tengan jefes incapaces y cómplices de la corrupción.
-Y a la pregunta del lector: si te detienen sin falta en flagrancia, sin orden alguna, quienes lo hace son lisa y llanamente delincuentes.
Ellos y sus jefes. (cano.1979@live.com).
