Fetiches Políticos

Tiene ya varios años que hablar de Venezuela confiere una especie de fetiche político para reafirmar sesgos ideológicos.
BBANG

Venezuela es como el Iphone 4 de Latinoamérica, no sirve para nada, se le cayó varias veces a Chávez – Carlos Ballarta (comediante)

Fui a comer a un restaurante venezolano y no había papel, se lo están tomando muy en serio – Carlos Ballarta (comediante)

Tiene ya varios años que hablar de Venezuela confiere una especie de fetiche político, si se me permite, para reafirmar o afianzar las posturas ideológicas de quien las enuncia.

“López Obrador está haciendo lo mismo que Chávez y Maduro en Venezuela” se viene repitiendo desde hace 6 años desde los sectores más reaccionarios de la oposición mexicana, y con oposición mexicana no es referencia a los partidos sino a los que rivalizan con el actual presidente, encabezan marchas de la Marea Rosa e irónicamente ahora desconfían de la autoridad electoral cuando la defendieron por 2 años o más.

Desde hace varios años es común que sectores reaccionarios usen a Venezuela para confirmar sus posturas ideológicas, sesgos, su propia desinformación o el vacío ideológico que viene del consumo excesivo de redes sociales.

Los propios venezolanos ya han de estar hartos que siempre los comparan con lo peor de lo peor en cuanto a la política, de que en las mesas familiares, señalan que “x” o “y” país puede “terminar como Venezuela” o que otro país “va camino a convertirse en Venezuela”. 

Es increíble cómo los que usan a Venezuela para decir equis cosa actúan como autómatas, como si ya no existiera la capacidad de razonar antes de decir una barbaridad que solo desnuda ignorancia o deshonestidad intelectual. Porque el razonamiento es de meme, o en su defecto retoman todo lo que la prensa hegemónica occidental suele decir sobre aquel país sudaméricano. 

La batalla de las ideas sobre Venezuela se vio revivida de nueva cuenta a raíz de las elecciones del pasado 28 de julio, en las que se dio como ganador a Nicolás Maduro, en medio de una serie de alegaciones de fraude proferidas por la oposición venezolana y por algunos sectores de la comunidad internacional.

Independientemente de si hubo o no fraude (eso que lo decidan las autoridades) una de las cosas que más llaman la atención es la facilidad con la que se acusa a Venezuela de ser una dictadura de lo peor (la oposición gobierna en varios estados y en las dictaduras no hay oposición, más bien hay un partido único) donde solo hay hambre, destrucción, desintegración e inflación. 

Lo curioso es que se acusa a Maduro de ser un dictador (y esta no es una defensa de Maduro, es un personaje con tendencias autoritarias bastante reprochables), y los que enuncian suelen mostrar una postura mucho más laxa con otro tipo de personajes políticos del liberalismo como Netanyahu, por ejemplo, a quien no acusan de genocida, a pesar de estar perpetrando un genocidio en la Franja de Gaza.

Parece que lo más sencillo de hacer es señalar de dictadores a cualquier líder de la izquierda socialista latinoamericana, sin siquiera sopesar si realmente el calificativo viene al caso o no. Lo mismo pasó con Evo Morales, quien a pesar de las acusaciones, logró un crecimiento económico y un bienestar social sin precedentes en Bolivia.

Y mientras se acusa de dictador a Maduro y se decide si hubo fraude o no, se han visto una serie de desplegados de apoyo hacia la oposición venezolana encabezada por la derechista María Corina Machado y el candidato Edmundo González. 

Empezando por el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, quien fue infamemente expulsado del país sudamericano. Por su parte, otro desplegado de apoyo lo mandó el Grupo Letras Libres liderado por Enrique Krauze, quien junto a un centenar de intelectuales firmaron una carta con el fin de ayudar a esclarecer el proceso electoral. 

Esta serie de acciones a favor de la oposición venezolana que dirige Machado, quien por cierto en 2018 pidió una intervención de Israel en su propio país, también han tenido repercusión a nivel internacional, con Javier Milei aseverando que: “luchen, leones venezolanos, pronto se va a terminar el socialismo empobrecedor” y con el propio gobierno de Estados Unidos reconociendo a la oposición venezolana como victoriosa en las elecciones (quieren llevar la democracia), junto a Elon Musk también mostrando indignación por el resultado electoral en su propia red social X.

Y mientras la derecha global se alinea en favor de la oposición venezolana sionista y amiga de Netanyahu, mientras se olvida que en 2019 fue la misma cantaleta cuando quisieron imponer al espurio e infame Guidó como presidente legitimo en lo que fue una intervención fallida de Estados Unidos, mientras todo eso pasa hay 300, 000 millones de reservas de crudo que por lo pronto el Vecino del Norte no se llevará porque Venezuela decidió no ser colonia de nadie y defender su soberanía.

Y por favor, que ya no se use a Venezuela para sacar pulsiones internas, ya da para un análisis clínico.

Big Bang Fondo Negro

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