LOS MARCHISTAS POR LA DEMOCRACIA EN SU TERCERA REPRESENTACIÓN DOMINICAL.
[Esta colaboración la dejé rezagada, porque cubriendo la marcha, recibí un artero descontón y una amenazante señal de chitón]
No me equivoco al decir que son Guadalupanos, pues han arrancado su marcha al pie de la Lomita: a los pies del templo de Santa María de Guadalupe.
Marchan partiendo la ciudad por la calle principal de Culiacán Sinaloa; tampoco creo ofenderlos, porque a muchos de ellos y de ellas, los he visto salir de misa de siete en Catedral con una cruz de tizne marcada en la frente.
Y porque además: todos sabemos que la CEM [conferencia del episcopado mexicano] ha dado la orientación a sus subordinados de cada diócesis en el país, para que apoyen éstas marchas, y gracias a eso; es que ahora son más concurridas; es decir; menos escuálidas.
Y es precisamente a Catedral a donde se dirigen ahora en su protesta en defensa del INE y de la democracia.
Y es ahí frente a Catedral donde, desde muy temprano han instalado a todo lo ancho, cerrando la circulación de la calle principal; un templete que les queda tan grande como la descomunal pantalla por donde esperan recibir la señal, para ver la transmisión en vivo de su gran sacerdote y único orador: el “Demócrata Cristiano” Lorenzo Córdova Vianello; ex consejero presidente de INE.
Es ahí frente a la Catedral, donde tienen programado reunirse a celebrar su acto adoratorio.
Son sinceros, no lo pongo en duda ni un solo instante; creen en las causas que reclaman; se adivina en sus rostros que están agraviados; que se sienten violentados en sus derechos y en los privilegios que alimentaban con holgura y plenitud los espacio de la intimidad de su exigente estilo de vida; y es por eso, que no se dan cuenta que marchan desnudos ante la opinión pública; sin ninguna careta que oculte su egocentrismo, habida cuenta de que sus ropajes de buena marca, no alcanzan a disimular su despechada egolatría; que sin pudor alguno, brota en estridentes y groseras consignas; que desbordan su ardor con auténtica y sincera vulgaridad.
Llevan en alto pancartas y pabellones con grandes caracteres hechos a mano, que reivindican sus reclamos con un mosaico de colores primarios; azul, verde rojo y amarillo que van dejando a su paso la sensación de su ira mal contenida y un rastro de odio e impotencia; y abajo, con letras muy chiquitas; las siglas de los otrora poderosos partidos, [pripanprd] orgullosamente corruptos, y las “organizaciones no gubernamentales”, que integraban la mafia del poder; damnificados hoy, por el tsunami político llamado López Obrador y condenados a rascarse hoy, con sus propias uñas y las del PAS; despreciados por un pobrerío vengativo, que no conforme con rechazarlos; todavía amenaza hacer con ellos lo mismo que hace con su propaganda política:
Depositarlos en el cesto de los deshechos, en espera del impuntual pero seguro camión recolector, que los conducirá al basurero de la historia…
Su soberbia no les permite darse cuenta que se han desacreditado; que su existencia es transparente para propios y extraños; sus privilegios se han pausado y ya nada ni nadie les ampara ni les protege, porque hasta los mismos jueces y magistrados antes respetables; hoy están cuestionados, y se encuentran atrincherados, bajo el escrutinio público y sus propios privilegios están prendidos con alfileres.
Es por eso; que no les queda de otra y deben seguir en su papel de abyectos personeros de la oligarquía; porque es su única y verdadera opción para seguir su vida de opulencia ofensiva; y su desprestigiada posición institucional y su moral política, están en picada y su valor de intercambio está a la baja.
Según el maestro de aritmética política; Alejandro “El Diablo” Higuera:
La “cardiocoalición” de partidos políticos:
“En lugar de sumar, restan activos y no llegan ni a un medio”, menos a un entero, luego entonces no están partidos, sino fragmentados, y así disminuidos política e ideológicamente, participarán en el próximo proceso electoral del 2 de junio como lo que ahora son:
“Una Chiquillada” y del cual saldrán derrotados a punta de votos y más votos.
¡Avanti Popolo! ¡Ganaremos!
